back to top
domingo, 16 de marzo de 2025
17.7 C
Salto

De no creer

- espacio publicitario -
Liliana Castro Automóviles
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/em7b

 Que un ministro (argentino), haya amenazado a un caricaturista de uno de los medios más conocidos del país, recordándole a este el colegio adonde van sus hijos es algo insólito, propio no sólo de un “barrabrava”, como le dicen allí, sino de alguien mucho más peligroso y con menos escrúpulos que eso.

Cuando esto sucede nos preguntamos ¿Adonde hemos llegado? Cuando una autoridad que se supone tiene otra valoración de los hechos es capaz de proferir estas amenazas deleznables, nos lleva a pensar si realmente no hemos perdido todos los escrúpulos.

Al respecto debemos indicar que jamás compartimos el hecho de que haya autoridades que se tomen en serio lo que se expresa en broma, próximos a carnaval esto adquiere mayor dimensión. Esto nos lleva a pensar que quizás el riesgo de dar poder a quien no lo merece, está micho más cerca de lo que suponemos.

- espacio publicitario -
Marcha por la Vida - Viernes 28 de marzo, 19:15hs

Al escribir estas líneas ignoramos la filiación política tanto del ministro, como del dibujante, pero es lo que menos importa, sea cual sea esta, no variaría nuestra opinión.

Cuando se echa mano sin escrúpulo alguno a un recurso tan deleznable, significa para nosotros mucho y muy lamentable. Solo hay un elemento que nos parece positivo o menos malos al menos, y es el hecho de que el ministro no se escondió ni manipuló a través de otra persona para decir lo que pensaba y para proferir sus amenazas.

Significa esto que no hablaba en serio. No creemos que pensara en llevar a la práctica ninguna represalia, sino que más bien fue una reacción impulsiva. De todas formas esta manifestación es lamentable.

Argentina tiene una huella imborrable de hechos lamentables que afectaron al periodismo y a periodistas que asumieron el rol que le corresponde a tan sagrada profesión.

Cuando se echa mano a estos recursos, nos acordamos de José Luis Cabezas, asesinado, según se cree, por el entorno de Yabrán, a quien perseguía y le perdía pisada.

Créase o no, que fue esta la mano asesina, significa que allí en algunos sectores quienes piensan de esta manera, siguen gozando de impunidad y esto es de por sí lamentable.

No acostumbramos opinar sobre cuestiones de otros países, salvo cuando está en juego nuestra amada profesión y de eso se  trata…

A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/em7b
- espacio publicitario -