Cuando observamos la realidad del virus que circula en nuestros días, entendemos que nos hallamos ante una de las etapas más difíciles de sortear.
No por la gravedad del Ómicron (variante del virus de COVID 19 descubierta en Australia), sino por su alto grado de trasmisión o contagio que llega a ser hasta seis veces superior a la cepa Delta, que tanto temimos. Tanto es así que el Dr. Ciro Ferreira, científico, Director del Hospital de Tacuarembó no duda en sostener que en algún momento todos los uruguayos nos habremos de contaminar y contraeremos la enfermedad.
El Dr. Ferreira es grado 5 de Biofìsica, trabajó 10 años en el Rush Institute de Chicago. Trabaja en Neuroniologia, canales de calcio del músculo cardíaco. Alzheimer y biología molecular, según nos ha hecho saber, el Dr. Carlos Texeira Varese, a quien agradecemos la información.
Volviendo al tema que nos ocupa, debemos decir que felizmente el riesgo nos llega cuando el país se halla en muy buenas condiciones para hacerle frente al riesgo. La vacunación encuentra al país con un alto grado de inmunidad y de allí que las consecuencias no sean las mismas que cuando con menos casos pero más graves, no teníamos herramientas para hacerle frente.
Es más, países como Israel han exhortado a contraer el virus, por dos motivos: 1) la levedad de la enfermedad, que no parece atacar como otras variantes fundamentalmente a los pulmones y 2) el período más breve de curso de la enfermedad. Tanto es así que hasta en nuestro país, el tiempo de cuarentena que era de 14 días para saber si se tenía la enfermedad o no, hoy ha sido reducido a siete días.
Es así que hay naciones que consideran que en alguna medida es una suerte de vacuna, debido a que luego de sortear la enfermedad las defensas del organismo humano se verían reforzadas naturalmente.
De todas formas entendemos que lo peor que podemos hacer es “bajar la guardia”, o sea dejar de cuidarnos, porque como toda cosa nueva, no sabemos exactamente cuales pueden ser las consecuencias.
Es más, nos hemos encontrado con que en muchos casos ha “desaparecido” el alcohol para desinfectarse las manos, la exigencia del tapabocas sigue figurando en las exhortaciones, pero en la realidad, en muchos casos quien aparece sin tapabocas no se ve impedido de ingresar al comercio, como debiera ser.
De allí lo del título: ¡ Cuidado con descuidarse!
A.R.D.
