En el marco de la crisis del agua, el Senado aprobó el proyecto de ley de exoneración de impuestos al agua embotellada, una de las medidas que decidió el gobierno para enfrentar la emergencia hídrica en Montevideo y la zona metropolitana de Uruguay, decretada el lunes último por el presidente Luis Lacalle Pou.
La iniciativa fue votada por todos los partidos políticos y pasó a Diputados, donde será sometida a una nueva votación. El proyecto contempla exonerar del IVA a aguas minerales y sodas “hasta la fecha de finalización de la declaración de emergencia hídrica”.
Otro de los considerandos de la medida apunta a generar “un régimen de devolución del IVA incluido en las compras en plaza e importaciones de bienes y servicios destinados a integrar directa e indirectamente el costo de los bienes comprendidos en las enajenaciones referidas”.
El Frente Amplio propuso fijar el precio del agua embotellada
Durante el debate, el Frente Amplio propuso un aditivo al proyecto de ley que no fue aprobado, que establecía la fijación del precio de venta al público del agua embotellada. Ese precio “no podrá superar el promedio del valor de venta al público al 31 de mayo de 2023 resultante del informe publicado por el Sistema de Información de Precios al Consumidor, deducidas todas las cargas tributarias”, establecía el comunicado presentado por el senador Sebastián Sabini.
El senador apuntó que el gobierno llegó tarde a una propuesta que ya había sido hecha por el FA el 10 de mayo. Por otro lado, al justificar la iniciativa que fue descartada, remarcó la importancia de fijar un precio ya que la exoneración de impuestos no es suficiente. “La gente va a pagar lo que le pongan en frente si necesita comprar agua. Debemos asegurar que el precio baje y llegue a las familias, y con este proyecto no se asegura”, estimó.
Quejas para el gobierno
En la presentación del aditivo, Sabini aprovechó para recriminar algunas acciones (o no acciones) del gobierno. “De los anuncios del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el 16 de mayo, no se cumplió nada, decidieron ahorrarse 20 millones de dólares, no hacer nada y esperar a que llueva. Le dijeron a la gente que iban a traer una desalinizadora en una semana y no pudieron ni con eso. No se puede ser tan irresponsable, apuntó el senador frenteamplista.
Por otro lado, recriminó que tampoco se pudo asegurar la calidad del agua como habían prometido. En ese mismo sentido recriminó que no se baje la tarifa de OSE y mencionó la incertidumbre por la importación de cañerías de Brasil y Argentina para construcción de la conexión del río San José con el Santa Lucía, una obra anunciada esta semana por el presidente Lacalle Pou.
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