El turismo (conocido como la industria sin chimeneas) es en Salto una de las actividades más productivas. Uno de los rubros que cuenta con mayor número de fuentes de trabajo y por lo tanto de mayor cantidad de gente que trabaja y depende de él. En estos momentos pasa por un momento muy difícil, al punto que muchos han cerrado y otros abren sus puertas a pura pérdida.
Por estos días se ha planteado una fuerte polémica sobre la decisión del cierre de los centros termales, que por segunda vez se encuentran imposibilitados de trabajar en una semana clave, que sin lugar a dudas es la más importante para el sector.
En estas columnas hemos difundido nuestra posición en referencia al tema, para que quede claro, entendemos que la decisión ha sido correcta, es en estos momentos la más razonable. No nos importan quien ha adoptado la decisión de cerrar los centros termales, entendemos que ha hecho lo correcto.
No significa esto desconocer las tremendas consecuencias económicas que tendrían sobre la actividad en todos los aspectos, hecho que es innegable.
Entendemos a los comerciantes que rechazan la decisión, por la sencilla razón que son los más perjudicados.
Lo que entendemos es que no se les puede pedir a persona alguna que «se funda» para no perjudicar socialmente a los demás. Si alguien se ve acorralado y perjudicado en forma irrecuperable debieran ser los gobiernos, nacional y departamental quienes lo socorrieran de diversas maneras.
No se puede construir nada sobre la ruina de los demás. Que tampoco pueden ser medidas generales que frecuentemente son aprovechadas por los especuladores y no por quien realmente las necesita, sino debidamente estudiadas y seleccionadas, sobre todo en cuanto a los beneficiados, debido a que es lo más justo.
Salto tiene muchas fichas depositadas al turismo. Lo ha construido paso a paso y en esto ha habido inversiones públicas y privadas. Hoy no se trata de desconocer esto, al contrario, pero tampoco se trata de ser señalados como los responsables de determinado agravamiento de la situación.
En estos momentos todos estamos aprendiendo en referencia a esta pandemia y de allí que no puede sorprender la falta de adhesión de algunos sectores a determinadas medidas, incluso el rechazo expreso, pero entendemos que la palabra la tienen los dos gobiernos que hemos mencionado.
No es una situación que deba arreglarla el mercado, sencillamente porque consideramos que no es justo.
A.R.D
El turismo salteño en su hora más negra
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