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Con María Noel Marco: una docente de Educación Especial convencida de su vocación

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Por:María Fernanda Ferreira Irrazábal

“Si el niño se siente parte de la escuela, podemos hablar de verdadera inclusión”

María Noel Marco es una docente especializada en Educación Especial que se siente realizada por haber encontrado su vocación. En su época de estudiante universitaria había optado por la carrera de Ciencias Económicas, empero el destino le tenía preparado el Magisterio. Entre sus reflexiones compartidas con EL PUEBLO sostiene que la verdadera inclusión está en ir más allá de la construcción de conocimientos… el docente debe lograr que el niño se sienta parte de ese espacio educativo y de esa forma se podrá avanzar.
Marco trabaja en la Escuela No. 209 Gerardo Cuesta, ubicada en la capital del país. Es madre de tres hijos y cada día que pasa se siente más convencida de haber elegido el camino correcto; ser verdadera protagonista en la educación inclusiva.

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Marcha por la Vida - Viernes 28 de marzo, 19:15hs

Cuando María Noel de Marco empezó a estudiar Magisterio había
pasado por la Faculta de Ciencias Económicas. “Ese primer año había una prueba de admisión; entonces me presenté sin decir nada en mi casa, pensando que si aprobaba iba a dejar Economía para seguir en el Instituto de Formación Docente.
1 – ¿Como fue su nuevo descubrimiento vocativo?

  • “Hice una pausa en el primer año cuando tuve a mi hijo y retorné en el 2000 cuando empezó a regir la reformulación.
    Fue una situación compleja porque iban adecuando los planes sobre la marcha. Entrábamos a estudiar a las dos de la tarde y salíamos a las ocho de la noche debido a la carga horaria.
    Fue una generación en la cual entramos mil quinientas personas y cuando llegó el momento de egresar, quedamos 104; para que tengan una idea de lo que fue esa reformulación. Tengo ya dieciocho años como maestra… en ese momento no había ninguna materia que nos preparara para abordar las dificultades de aprendizaje, lo que se denominaba heterogeneidad en el aula.
    Uno sale con todas las ganas y nos queremos comer el mundo porque pensamos que sabemos cómo educar hasta que llega la primera clase.
    Lo cierto es que el verdadero aprendizaje se da dentro del aula. A mí me encantaba la educación especial y tuve algunos profesores y compañeros que me ayudaron muchísimo
    En aquel entonces no se era efectivo si no se contaba con determinado grado”.
    2- ¿Cómo fue optar por magisterio cuando venía cursando la facultad?
  • “La verdad es que me gustaban las dos carreras…. cuando somos jóvenes tenemos ese pensamiento idealista, aunque de repente nuestra familia nos dice que como docentes nos vamos a morir de hambre… que hay que aprovechar la inteligencia y capacidad para hacer una carrera con mejor salida laboral”
    Empecé la facultad en el 97 e hice la prueba de ingreso a magisterio en el 98.
    Lo que me hizo decidirme fue que estuve todo el verano estudiando matemática y perdí el examen por pocos puntos. Entonces cuando vi el resultado me dije por qué estoy acá sí a mí también me gusta la otra carrera. Como ya era mayor de edad me inscribí para rendir la prueba de admisión y cuando la salvé se lo comuniqué a mi familia”.
    3- ¿Cómo transitó esos primeros pasos en su labor educativa?
  • “Empecé a trabajar y me pasó lo mismo que le pasa todo el mundo …esa necesidad de sentirse seguro y de que no sabemos nada y que todo es experiencia.
    Comencé directamente con la educación especial y conocí gente del INS que me ayudó pila y como veían que yo quería aprender, me enseñaban.
    Se sentaban conmigo y me prestaban libros que tenían materiales muy prácticos.
    4 – Qué resultados cosechó de esas vivencias?
    “Aprendí muchísimo de los demás. Por ese motivo cuando veo a alguien que necesita no tengo problemas en explicarle porque yo aprendí de esa manera, gracias a que me encontré en mi carrera con docentes que se tomaron el tiempo de enseñarme. Una de esas maestras fue Nelly Panero a quien le debo muchísimo. Me encontré con muchas personas en diferentes escuelas y agradezco todo el aprendizaje. Luego llegaron las especializaciones, pero la práctica que nos da la gente no la aprendemos en ningún lado, ni con un papel ni con un título”.
    5- ¿Cómo se abordaba la dificultad de aprendizaje?
    “En esos tiempos no se hablaba de inclusión y de diversidad se hablaba de heterogeneidad. Teníamos que estar preparados para enseñar en la heterogeneidad .
    Se supone que teníamos que crear adecuaciones curriculares que con el tiempo pasaron a llamarse adaptaciones y dejó de usarse la palabra adecuación.
    Debíamos estar preparados para adecuar contenidos a través de la transposición didáctica que cumpliera con todos los requisitos para que ese grupo heterogéneo fuera atendido. Después de eso vino la integración donde el maestro adecuada contenidos para un niño.
    Integración era la el término más adecuado en ese momento y durante muchos años hablamos de integrar un salón con su grupo y un niño integrado al cual se le adecuaban materiales para que pudiera estar al nivel del resto.
    Luego en la evolución de los términos hablamos de una inclusión donde el maestro lo que hace es presentar los materiales de diferentes maneras para poder incluir a todos, ya que tomamos como las particularidades de cada una y sus formas de aprender. Los maestros nos dimos cuenta que hay alumnos que son más visuales otros más kinestésivos…otros que aprenden de manera auditiva y fuimos adecuando pero no a manera curricular sino que a los materiales los fuimos modificando y buscando diferentes presentaciones para que todos pudieran aprender”.
    6 – Una anécdota que recuerde y le haya llegado al corazón…
    “Hace dos años atrás llegó una madre desconsolada y venía re mal porque sentía que en el colegio privado que iba su hijo, no lo atendían como él pretendía… no lograba avanzar. El niño tiene Síndrome de Down. Ingresó a mi clase de Educación Inicial y ese día lo fue a buscar su abuelo de ochenta y cuatro años.
    7 – ¿Qué más recuerda de ese momento?
  • “Hicimos algunas actividades moliendo tiza, preparando un cuadro para
    una exposición que se haría en la escuela. Cuando miré el niño estaba todo sucio de tiza.
    Cuando el abuelo llegó se puso feliz y emocionado de ver a su nieto todo sucio porque fue una señal de que participó de la actividad. Ese alumno está por iniciar ahora, primer año y su avance fue muy satisfactorio”.
    8- A partir de sus vivencias y experiencias ¿Cómo concibe a la inclusión?
  • “Para mí es mucho más que darle un lugar a un niño en la escuela y mucho más de lo que se puede llegar a decir a través de un libro… es ver a la persona… darle un lugar que la persona sienta qué es parte de ese lugar Después sí, vamos a construir conocimientos vamos a prepararle materiales vamos a hacer que se apropie de conocimientos pero si ese niño no se siente persona no se siente parte de un lugar no existe la inclusión”.
    9 – ¿Cómo ve a la sociedad posicionada en este sentido?
    -”Creo que la gente ha comenzado a visibilizar a la discapacidad como proceso A la familia le cuesta mucho identificar la discapacidad.
    Algunos niños necesitan un tratamiento con medicación y otros no”.
    10 – ¿Qué rol determinante tiene el docente en la detección de alumnos con dificultades en el aprendizaje?
    -”A veces somos nosotros los maestros lo que logramos visualizar esos tratamientos que pueden ser con un psicomotricista, con un fonoaudiólogo
    o con un especialista en la parte auditiva. Podemos percatarnos de qué es lo que no está funcionando o cuáles son sus necesidades y a partir de allí podemos hablar de una educación integral y de calidad, donde todos trabajemos por los niños o adolescentes en situación de discapacidad”.
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