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miércoles, 14 de mayo de 2025
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Con los pies en la tierra

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Diario EL PUEBLO digital
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Se cierra un nuevo año y lo primero que se nos viene a la memoria (como cristianos) es un
agradecimiento a Dios por haber vivido un nuevo año. Quizás no el que habíamos soñado. Quizás no el
que queríamos, pero si el que se nos presentó y fuimos capaces de sortear.
Esperemos que el año que comenzará en breve sea mejor y que no sea el último que encuentre a EL
PUEBLO en las calles de esta ciudad.
Cuando comenzamos a transitar el 2021, con una pesada carga a cuestas, no nos imaginábamos
siquiera que pasaría en el futuro. Hoy pese a este maldito repunte, hay más esperanzas. Hay menos
temor a lo que pueda pasar, aunque no significa indolencia e insensibilidad porque sobre todo ya
estamos acostumbrados a sufrir.
A las puertas del 2022, renovamos las esperanzas, renovamos los votos para que este año sea mejor
que el que se va y nos deje a todos paz y felicidad.
Vivimos años difíciles, complicados, “don dinero”, reina por todos lados. En cuestiones ambientales,
donde aún no se ven todas las consecuencias, de seguir por este camino, pronto lo lamentaremos.
En materia de salud, nada es gratis y los que menos posibilidades tienen tampoco tienen muchas
opciones para recuperarse.
En materia económica cada día hay más demanda de trabajo no especializado, y cada vez hay menos
oportunidades. Por un lado la tecnología avanza y cada vez más las máquinas cumplen tareas que
antes eran cumplidas por seres humanos.
Al mismo tiempo todo se vuelve campo fértil para asumir que debo conseguir “a cualquier precio”, lo que
significa “éxito”, “prosperidad” y demás. Esto es a cualquier precio debo llegar a tener un buen auto, a
manejar mucho dinero y a dar idea de que soy exitoso, aunque este “éxito”, sea en realidad una
frustración más.
La ocasión es buena para pensar en que proyecto de vida estamos pensando. Qué condiciones de vida
les estamos dejando a nuestros hijos. Qué mundo estamos creando y regido por qué leyes.
Es una buena ocasión para detenerse y pensar en que dirección vamos. La vida no se detiene y lo que
hoy pregonamos será el caldo de cultivo para lo que habremos de cosechar mañana.
No es válido pensar sólo en el presente, suponer que todo seguirá igual, porque no es válido y
seguramente habrá cambios y de nosotros depende que sean favorables o no.
Felizmente la ciencia y la tecnología nos alertan y nos señalan que aún hay tiempo para variar la
dirección.
Hagámoslo, mientras haya tiempo y que sea un Feliz 2022 para todos.
A.R.D.

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