Nuestra entrevistada de hoy reúne juventud, capacidad, convicción en el camino a seguir y, sobre todas las cosas, un inquebrantable concepto de la familia. Salteña por adopción, ha sabido desenvolverse en nuestro terruño, en diversas actividades que son ejemplo del momento clave por el que atraviesa la actualidad de la mujer.
Madre, esposa, profesional, empresaria; apuesta a la impronta de llevar adelante sus objetivos con seriedad, responsabilidad y autenticidad.
1- ¿Por qué optó por la carrera de Contador Público?
Siempre quise ser contadora, me gusta mucho el área comercial, laboral, seguramente porque así lo viví desde niña, trabajando desde muy temprana edad en el negocio familiar.
Me casé muy joven, -a los 18 años-, y es cuando nos instalamos en Salto.
En ese momento no estaba la carrera de Contador Público, y decidí estudiar Derecho.
Ya trabajando en el área, pasaron varios años hasta darme cuenta que, realmente, no era mi vocación.
Entonces, para sorpresa de mi familia, decidí «barajar y dar de vuelta», me inscribí en la Universidad Católica, y en cuatro años me recibí de contadora.
Hoy disfruto el ejercicio de la profesión y la formación integradora que tiene la carrera; sintiéndome una afortunada de trabajar en lo que me gusta.
2- ¿Ante qué desafíos se encontró en el camino?
El mayor desafío fue el tomar coraje, y tener la convicción y la voluntad de cambiar, en virtud de empezar la carrera de contador.
Una vez tomada esa decisión, fue un camino lindo de recorrer, con muchos recuerdos en la casa de estudios.
Y hoy me encuentro además, con la alegría de poder ser parte de la Universidad Católica desde el rol docente, lo que me permite seguir aprendiendo y estar en contacto con la casa que me formó.
3- ¿De qué forma ha variado el ejercicio de la profesión, las nuevas normativas vigentes, tales como la Ley de Inclusión Financiera?
Los contadores estamos permanentemente estudiando leyes, decretos y normas. La única manera de ejercer la profesión con responsabilidad, es manteniéndonos actualizados, en este sentido creo que mis años de facultad de derecho me facilitan bastante.
La Ley de Inclusión Financiera trajo cambios para todos, mirado desde la óptica de consumidores finales, como empresas o como profesionales.
A través del Centro Comercial e Industrial de Salto (CCIS), del cual formo parte, hemos desarrollado y dictado varios talleres de inclusión financiera, destinados a empresas y a profesionales, sobre todo porque no podemos olvidarnos de los costos que trae asociado a un comerciante las ventas con tarjetas. Pensemos que cada venta que el comerciante realiza, tiene un porcentaje de aranceles que afrontar, más las retenciones, que también lo tiene que considerar, porque no es dinero en efectivo que le ingresa a su bolsillo, lo cual, a largo plazo, puede traerle problemas financieros.
Sobre todo para las Pymes, el costo que tiene que absorber es de alto impacto; en tiempos en que la rentabilidad es cada vez menor, el cuidado de los costos exige especial atención.
Se está viendo que la rentabilidad está pasando, no por vender más, sino por reducir costos.
Entonces, el gran desafío hoy de la profesión, es tener una mirada de asesor profesional, tratando de entender a la empresa en su conjunto a la hora de llevar su contabilidad y liquidar los impuestos.
4- Sabemos que se encuentra comprometida con Salto 2030, ¿es así?
Si, así es. En Salto 2030, tengo el gusto de participar como representante del Centro Comercial, que como Institución integra junto a otras Instituciones privadas, públicas, de la educación y representantes de los trabajadores, el denominado -Grupo Impulsor de la Agenda de Desarrollo Económico Productivo Salto 2030- , que lidera este proceso.
Esto tiene como antecedente las señales de alerta que nos mostraban los indicadores para Salto. A partir de ahí, se entendió necesario que los actores políticos, empresariales, educativos, sindicales, reunieran esfuerzos detrás de una misma estrategia de trabajo que permitiera superar la situación diagnosticada y lograr mayor desarrollo para los habitantes de nuestro departamento.
Personalmente entiendo que fue un muy buen proceso, rico en cuanto al proceso en sí, y en cuanto a los resultados.
Los distintos talleres y foros participativos que se realizaron a lo largo de más de un año, arrojaron información acerca de qué áreas son consideradas prioritarias, resultando en tres ejes estratégicos sobre los que se deberán trabajar desde hoy, al 2030, ellos son: turismo integral y competitivo; producción de alimentos de calidad y sostenible; hábitat regional del conocimiento y ciudad universitaria.
Rescato, además como valioso, el trabajo colaborativo entre las diferentes organizaciones, que se sientan a trabajar juntas y a repensar el Salto del 2030, involucrando, además, a la ciudadanía para que puedan opinar; gestándose diferentes visiones, pero todos con el mismo objetivo.
5 – ¿Es posible alcanzar las metas propuestas por dicho grupo?
Como te decía anteriormente, en el proceso se destacan resultados y visiones que son compartidas por instituciones privadas, públicas, educativas y la ciudadanía en general, lo que desde esta óptica, ya es un primer logro a valorar.
Hay ejemplos a nivel regional que demuestran que estos procesos funcionan pero, siempre y cuando, también, exista voluntad política de tomarlo como válido, y, entre los diferentes actores, comprometerse a continuarlo.
El Grupo Impulsor está comprometido en este trabajo; ahora, con una Agenda de desarrollo que marca las pautas, con una hoja de ruta trazada.
Desde lo personal, mi óptica es que es una herramienta válida e interesante, que en estos tiempos de elecciones, sería bueno que los diferentes candidatos la tomaran como insumos acerca de qué necesita Salto en materia de desarrollo y de camino a futuro. Y a quienes les toque conducir el rumbo en los próximos años, puedan tomar como suya esta Agenda de desarrollo, y que logremos superar y cambiar el diagnostico que tenemos en nuestro departamento.
6- ¿También ha incursionado en el área inmobiliaria?
Hace varios años estoy integrada al rubro Inmobiliario, y ahora, prácticamente, estrenando el proyecto «Green Hills. Espacio Inmobiliario». La verdad es que abracé esta profesión, y me encanta.
Me permite combinar mi profesión de contadora, con un contacto diario con diferentes personas, diferentes experiencias, en un mercado inmobiliario que se ha democratizado, y está en plena evolución con clientes muy informados, muy inteligentes, que nos desafían cada día.
Asesoramos a personas en la búsqueda de su casa, de su residencia, que me encanta; y, asesoramos empresas en la búsqueda de sus locales comerciales, que también es una línea que disfruto transitarla; y para eso, trabajamos en equipo con colegas y con otras especialidades complementarias del negocio inmobiliario.
Viene siendo un año con una situación económica no tan estable o próspera como años anteriores, que nos generaron varios cambios en el mercado. Por ejemplo, la capacidad de compra de los salarios uruguayos en ladrillos, ha mostrado un porcentaje a la baja, esto lo que causó fue un aumento en la cantidad de alquileres concretados, sobre todo de parejas jóvenes y una disminución en la compra. Asimismo, la venta de propiedades también está aumentando en oferta y está comenzando a acomodarse – muy lentamente – a nivel de precios, sobre todo en algunas zonas.
En Green Hills, entendemos que escuchar la necesidad de cada cliente, decodificar su deseo detrás de cada palabra y conocer el mercado, son las claves para el éxito en la generación de vínculos con los clientes y en la confianza base para todo trabajo conjunto.
7- En tiempos de empoderamiento femenino, ¿le ha costado abrirse camino en sectores que por lo general han sido dominados por hombres?
Para contestarte te voy a contar de un concepto que me gusta mucho, que alguna vez lo leí, que es el de «Océano Azul»; y dice «… Dejemos de preocuparnos tanto por lo que hacen otros, cómo hago mejor o más rápido lo que otros hacen, y construyamos nuestro propio modelo, creando una forma propia de agregar valor.» Soy una convencida de que si nos concentramos en agregar valor, podemos ir abriendo nuestro propio camino.
8- Madre, esposa y profesional, ¿cuesta administrar el tiempo entre dichas responsabilidades?
¡Tengo un equipazo de familia! Esa es la base para que las mujeres podamos hacer todo lo que hacemos.
9- Háblenos de su familia
Disfrutamos mucho los fines de semana, generalmente son en campaña, sin mucha conexión a internet, giran entre -los caballos y la cocina-.
Soy casada, y tenemos tres hijas; -Sofía, Sara y Lara-. Las dos más grandes, súper compañeras, están en una etapa divina, con la chispa de la adolescencia y pre-universitaria; y la chiquita, nos divierte a todos con sus ocurrencias.
10- A pesar de ser joven aun, ¿considera que tiene deudas pendientes con la vida?
Deudas pendientes creo no tener; ¡muchos proyectos, sí!
Hoy por: Dr. Adrián Báez