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sábado, agosto 2, 2025

Cómo interpretar los símbolos de lavado en las etiquetas

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Leer las etiquetas de la ropa no es una costumbre tan arraigada como debería. Muchas personas simplemente miran si algo se puede lavar en el lavarropas o no, y con eso creen que es suficiente. Pero la realidad es que las etiquetas ofrecen una guía clara para que la prenda dure más, mantenga su color, forma y textura. Los símbolos de lavado no están ahí por decoración: están pensados para evitar errores comunes que arruinan la ropa.

Cada símbolo representa una instrucción específica sobre cómo tratar la prenda: si se puede planchar, a cuántos grados lavarla, si va al secarropas, entre otros. Aunque pueden parecer jeroglíficos, una vez que se entiende lo básico, se vuelven intuitivos. Saber interpretarlos no solo protege la ropa, sino que también ayuda a ahorrar energía, agua y detergente.

Muchos lavarropas modernos ya incluyen programas especiales que se ajustan a ciertos tipos de lavado, pero eso no exime de entender lo que dice la etiqueta. A veces, una prenda puede parecer apta para el lavarropas, pero necesita lavado a mano o en seco. Si uno no lo nota a tiempo, el daño es casi seguro.

En el mercado uruguayo, marcas como los lavarropas Enxuta o Samsung ofrecen modelos con funciones específicas para ropa delicada, lana o programas eco. Esta variedad permite que se puedan respetar mejor las indicaciones de la etiqueta, ya que no se trata solo de encender el aparato y listo, sino de elegir el modo correcto.

Evitar lavar mal una prenda es evitar gastos innecesarios. En lugar de desechar una camisa que se encogió o perdió el color, interpretar correctamente el símbolo de lavado hubiera prevenido el problema. Incluso productos resistentes necesitan cuidados básicos si se quiere prolongar su vida útil.

El código de los símbolos de lavado más comunes

Cómo interpretar los símbolos de lavado en las etiquetas

Los símbolos de lavado tienen un sistema estándar internacional, por lo que no importa si una prenda fue fabricada en Brasil, China o Alemania: el significado del símbolo será el mismo. Este sistema ayuda a que, sin importar el idioma, cualquier persona pueda cuidar su ropa correctamente.

El símbolo del balde de agua indica lavado con agua. Si tiene un número adentro (por ejemplo, 30°, 40°), señala la temperatura máxima recomendada. Si debajo tiene una línea, sugiere que debe usarse un ciclo de lavado suave. Dos líneas indican un ciclo muy delicado, ideal para sedas o linos. Si el balde está tachado, la prenda no debe lavarse con agua bajo ninguna circunstancia.

El triángulo está asociado con el uso de blanqueadores. Si es blanco y sin nada dentro, podés usar lavandina. Si tiene líneas diagonales, solo se permite blanqueador sin cloro. Si está tachado, nada de blanqueadores, ni siquiera productos suaves. Este símbolo es clave para evitar manchas permanentes o debilitamiento de las fibras.

El cuadrado con un círculo dentro representa el uso del secarropas. Si el círculo tiene un punto, significa secado a baja temperatura; dos puntos, temperatura media. Si el símbolo está tachado, no debe usarse secarropas en absoluto. Esto es especialmente importante con telas sintéticas o mezclas que pueden derretirse o deformarse con el calor.

El ícono de la plancha indica si la prenda puede ser planchada. Un punto significa plancha fría (seda, acetato), dos puntos es plancha media (poliéster, mezcla), y tres puntos indican que se puede usar plancha caliente (algodón, lino). Si está tachada, evitá el contacto con la plancha. Hay tejidos que no lo toleran.

Cuidados especiales según tipo de prenda

Cómo interpretar los símbolos de lavado en las etiquetas

Las prendas delicadas requieren más que atención: necesitan un lavado específico. Ropa interior, lencería, blusas de seda o camisas de lino suelen incluir símbolos que restringen su lavado a mano o en ciclos muy suaves. No es un capricho: esas telas se dañan fácil.

Los tejidos de lana o punto pueden deformarse con facilidad. Si bien algunos admiten el lavado en máquina, deben colocarse en bolsas de red y lavarse con agua fría o tibia. También es esencial evitar el centrifugado fuerte, ya que deforma la prenda. La etiqueta te va a indicar si podés usar lavarropas o no.

El denim, aunque resistente, también tiene su ciencia. Las etiquetas suelen recomendar lavar al revés, con agua fría y ciclos cortos. Esto previene que pierdan color o se arruguen demasiado. No todos los jeans son iguales: algunos tienen mezclas con elastano y necesitan más cuidado del que uno imagina.

Ropa deportiva o técnica también requiere atención. Telas como el poliéster respirable, el gore-tex o el dry-fit pueden perder sus propiedades si se lavan con suavizantes o a temperaturas altas. Las etiquetas generalmente indican lavado con agua fría, sin blanqueadores y sin plancha.

Cómo organizar el lavado en casa según las etiquetas

Separar la ropa por colores no es suficiente. Lo ideal es clasificar también por tipo de lavado sugerido. Prendas que van en ciclo delicado no deberían mezclarse con toallas o jeans, ya que el peso y la fricción afectan a los tejidos más frágiles.

Elegí detergentes adecuados para cada tipo de prenda. Existen fórmulas suaves para ropa de bebé, sin fragancia para alérgicos o potentes para ropa blanca. Las etiquetas no lo dicen, pero interpretarlas te orienta a qué producto usar. Por ejemplo, si la prenda no admite blanqueadores, deberías evitar ciertos jabones en polvo.

Usar correctamente el programa del lavarropas es clave. No alcanza con encenderlo y que gire. Hay ciclos para ropa deportiva, para lana, para lavado rápido, entre otros. Si tu lavarropas no tiene todas estas funciones, procurá al menos respetar temperatura y carga sugerida.

El secado también debe ser organizado. Si la etiqueta prohíbe el uso de secarropas, colgá la prenda a la sombra y sin torcerla. Algunas etiquetas indican secado en plano, especialmente en prendas de punto, para que no se deformen. No es un capricho: es evitar que esa prenda quede inutilizable.

Productos útiles para complementar el cuidado de la ropa

No solo el lavarropas es protagonista en el lavado. Hoy hay muchos accesorios y productos pensados para cuidar las prendas según lo que indican las etiquetas. Las bolsas de red, por ejemplo, son ideales para ropa delicada o interior. Permiten lavarlas en máquina sin que se enganchen o dañen.

El uso de suavizantes también debe controlarse. Aunque ayudan al aroma y suavidad, en algunas telas como el poliéster o las prendas técnicas, puede generar una película que arruina la transpirabilidad del tejido. Si la etiqueta no lo recomienda, mejor evitarlo.

Las toallitas atrapacolor son otro aliado útil. Permiten mezclar prendas de distintos colores sin miedo a que destiñan. Aunque lo ideal sigue siendo separar, estas toallitas ofrecen una solución cuando se lava en apuro o con poca ropa.

Qué hacer cuando los símbolos se borran o no están

Muchas veces, después de varios lavados, la etiqueta se vuelve ilegible. Ya sea porque el estampado se desgastó o se despegó, perdemos esa guía tan útil. En esos casos, es mejor actuar con cautela y no improvisar.

Lo más recomendable es investigar según el tipo de tela. Si sabés que es 100% algodón, podés asumir que resiste más temperatura y plancha caliente. Si la ropa es de seda o lino, lo mejor es optar por lavado a mano y secado natural. Hay guías online que detallan cuidados según el tejido.

En caso de duda, siempre es mejor lavar a mano con agua fría. Es la opción menos agresiva y más segura para casi cualquier prenda. También podés probar el producto en una pequeña zona no visible, para ver si reacciona mal.

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