Carlos Ríos, locutor: “En la prensa escrita creo que no pasa… pero hoy por hoy un programa de radio o televisión lo hace cualquiera”

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Carlos Ríos es uno de los comunicadores de radio que congrega mayor audiencia en las mañanas. Pero cuando se lo escucha conducir “Entre mate y mate” o participar activamente de “Actualidad Agropecuaria” (ambos programas en Radio libertadores) no debe olvidarse que hay detrás más de 50 años de oficio junto al micrófono. Nacido en Tomás Gomensoro en 1953, así conversaba con EL PUEBLO:

1- Así que de Tomás Gomensoro; recordemos un poco aquel tiempo…

Un pueblo espectacular, soñado. Provengo de una familia trabajadora. Mi viejo fue funcionario de Vialidad más de 40 años, hasta que se jubiló. Mi madre tenía un almacén de ramos generales. Con eso ella ayudaba a sustentar y llevar adelante la familia. Mi viejo Lafayette, mi mamá Delma, mis hermanos Jorge que vive acá en Salto y Jesusa que vive en Montevideo y es jubilada de docente. A mi querido Gomensoro la empresa Samán le cambió la historia, pero por suerte la cambió para bien. Yo nací el 6 de marzo de 1953 y figuro en la cédula y en todos los documentos públicos como nacido el 15 de marzo. Mis padres me explicaban que en aquel tiempo el Juez llegaba más o menos cada dos meses, y en la fecha que llegaba este señor representante del Poder Judicial, ponía esa fecha como nacimiento para todos, no se salvaba nadie (risas), y ahí fui incluido con fecha 15, pero los festejos son el 6…

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2-¿Cómo siguió la vida familiar allí y cómo se da venir a Salto?

Mi hermano cursó la escuela, yo estaba recién por empezarla y la decisión de la familia fue venirnos para Salto porque Jorge y Jesusa tenían que hacer la Secundaria. Pienso que fue algo muy atinado porque si no, el único liceo que había era en la ciudad de Artigas. Mi querida madre vendió el comercio, con ese dinero llegamos a Salto en 1959, tres meses antes de la famosa creciente, y compraron una casa en el Cerro, calle Guaraní al 400, ahí me crié. De ahí son mis raíces y siempre que puedo paso por esa cuadra aunque sea una vez cada 15 días, porque para mí tiene muchos recuerdos…

3- Hablemos entonces de infancia, adolescencia…

Siempre digo que la infancia y la adolescencia es lo que marca el resto de la vida a cualquier ser humano, principalmente la infancia. Concurrí al Colegio Sagrado Corazón de Jesús, colegio de monjas que funcionaba en Diego Lamas y Julio Delgado, donde hoy está la UBA 7. Eran monjas de otros departamentos, la directora por ejemplo era de Montevideo. Un colegio sumamente religioso, para que te hagas una idea, antes de entrar a clase cada grupo rezaba en la capilla y a la salida lo mismo. Un régimen muy especial, no solo de enseñanza sino de educación en general. Aún tengo amigos de los que nos criamos en ese barrio…Un barrio que por ejemplo tenía la avenida Julio Delgado con canteros al medio, y faroles…imperdible. Una vez por semana teníamos microcine por calle Charrúa, la empresa Stentor nos brindaba ese placer, televisión no existía. Empecé a concurrir al Liceo Piloto, así le seguimos llamando los que tenemos algunas canas. Fue otra etapa espectacular, maravillosa… ¡El nivel de profesores que tuvimos! Únicos para mi gusto, no lo digo en desmedro de los actuales porque entiendo que en cada época cada uno marca su territorio pero eran muy buenos profesores. Historia y Literatura fueron las materias que más me conmovieron la vida y para que te hagas una idea mi profesora de Literatura era la señora de Altamides Jardim (Olinda Alves), también Carlos Rey. Ibas a la casa de Rey, en Avda. Barbieri y no tenías un lugar donde sentarte, porque era sofás con libros y paredes con libros. Eso fue calando hondo, me gustó y quise seguir estudiando, tuve que venir a 5to y 6to en el IPOLL. Me gustaba Literatura, pero mi viejo me explicó que no podían pagarme para ir a Montevideo a estudiar en el IPA. Papá trabajando en Vialidad, mamá ya era ama de casa, entonces los números no cerraban, y las ganas de llegar un poquito más allá quedaron por ahí, en el camino. Me dieron la idea de anotarme en los liceos, me anoté en tres liceos como profesor de historia y de literatura; te daban un carnet para, si había una vacante, una suplencia, podían llamarte. Pero nunca me llegó…

4- ¿Cómo se da el ingreso al mundo de la comunicación?

En un momento me enteré que estaban llamando para locutores en radio Arapey, calle Larrañaga, donde hoy está el BSE. Al frente estaba el Bocha Ardaix, como gerente. Pero además él y Chichilo Fernández, con quienes trabajé después en Radio Salto, eran jefes de Boy Scout y yo era Boy Scout en la iglesia del Cerro. Así empecé a ir 6 o 7 horas por día a la radio, cuyo director era el Vasco Arce. Empecé como operador, y después con el tiempo empecé a manejarme con personas como Ardaix, José Ma. Rodríguez que terminó siendo jefe de informativos de canal 4 de Montevideo, Hermes Machado, Juancito Lafourcada, el Bomba Echeverria… Un gran plantel de locutores, amén del equipo deportivo que lo encabezaba Ramón Fonticiella, con Aceré Francisco Echeverz, Eduardo Cattáneo…Creo que en la vida siempre ligué de estar rodeado de buenos profesionales. Puedo agregar a Olga Cerecetto, Jorge Morales. Si habrá anécdotas…

5-¿Una de esas anécdotas?

El intendente era Néstor Minutti. Yo tenía un programa, Música y palabras escogidas, de lunes a viernes de 23 a 1 de la mañana. Leía pequeños poemas de grandes autores de América Latina y también de algunos locales, porque había gente que enviaba sus versos en carta y yo los daba a conocer, y se musicalizaba muy bien. Una vez me llaman por teléfono, tarde, 12 y algo de la noche, y era nada menos que Minutti. Me dijo: “lo escucho hace tiempo porque termino mi trabajo en la Intendencia, me encierro en mi casa y me dedico a mi trabajo, la arquitectura”. Entonces cada tanto me pedía temas, y yo encantadísimo, imaginate para un tipo de 20 y pocos años como era yo, que me llame el Intendente. Además no era poca cosa el nivel cultural de Minutti. Todo un privilegio. Un gran logro que se terminó de cerrar una noche que tocan timbre en la radio, yo estaba solo, abro y era el Intendente. Me dijo: “me voy a Buenos Aires a traer la Virgen Stella Maris (ubicada frente al Club de Pesca), ¿querés algún material discográfico?”. ¡Yo no era nadie!… Le dije que me trajera lo que quisiera. Me trajo 5 o 6 discos de pasta, los longplay. Para mi fue algo inmenso. Me marcó mucho, yo era muy joven.

6-¿Cómo siguió el tema laboral?

Después hubo un problema de enemistad entre Arce y Pereira Machado que era el dueño de la onda en Montevideo. Se entregó la onda y quedamos en la calle todos. Gracias a la amistad que tenía en la radio, conocí a un señor, Lidio Pereira, que trabajaba en almacenes del Cybarán y me llevó a trabajar allá. Dentro del Cybarán, cumplí 90 días de prueba y me pasaron a contador de producción. Trabajé muy cómodo, le agradezco mucho al Cybarán, me recorrí todo el funcionamiento de la planta frigorífica.

7-Pero también trabajaste en Migración…

Una noche pase por el bar El Chino, en calle Lavalleja, ahí me encontré con una persona que me propuso trabajar allá en el puente. Primero no le creí mucho, por la hora que era y por algunas cosas más, pero me presenté a los dos días en Jefatura y así estuve 31 años en la Dirección Nacional de Migración. Conocí todo tipo de persona que te imagines, no solo de acá, de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, tuve la suerte de conocer unos cuantos lugares más trabajando para Migración, como Bella Unión, Paysandú, Fray Bentos, Colonia, Montevideo, y ver las distintas realidades. Todo eso te abre muchas puertas y hay que saber usarlo en su debido momento, usarlo en el buen sentido. Creo que he sido un bendecido.

8- ¿Cómo se da el retorno a la radio? Otras radios, ¿verdad?

Sí, hice un pasaje por Cultural, un pasaje por Turística con Miguelito Motta y después, estando Carlos Ardaix de gerente en Radio Salto, me llamó y fue un enorme paso en mi vida… Era la radio más escuchada. Creo que estaba uno de los mejores planteles: Julio Pierri como gerente general y quien dirigía Perlas Musicales, que no era un espacio cualquiera; Luis Balderrín, Roberto Lucero, Juan Lafourcada, Teresa Rodríguez, Raquel Vispo, Rubén Darío Chagas… Un plantel sensacional. Ahí anduve navegando unos 9 o 10 años, creo que algo aprendí y sigo aprendiendo todos los días, porque pobre de aquel que crea sabe todo.

9-Contanos algo de lo que era trabajar con aquellas tecnologías y cómo ves la comunicación hoy…

Los discos eran de pasta, los singles de publicidad eran de chapa y funcionaban a 78 revoluciones, las tandas eran grabadas en unos aparatos de cinta inmensos, y era todo a pulmón. Hoy por hoy los que trabajamos en medios de comunicación tenemos mucho más ventajas a favor para brindar algo bueno. Es cuestión de querer, pero se puede brindar cosas espectaculares. Claro que también hay cosas mediocres y de las otras, cada uno elige. En la vida nadie te obliga a nada. Las posibilidades están para hacer buenas cosas en radio, en televisión y en diario, gente con esas posibilidades hay, tiene que gustarles. Siempre costó mucho. En el tema de la publicidad por ejemplo hoy tenemos otros medios, antes había que salir a la calle a trillarla, competir en precios con los colegas, ofrecer un buen producto. Espero que nadie se sienta identificado y ofendido con esto que voy a decir, pero creo que hoy por hoy un programa de radio o televisión lo hace cualquiera. Teniendo plata para pagar un espacio vas y decís lo que querés,¿ o estoy mintiendo? Además con la diversidad que hay, AM, FM, comunitarias… Podés escuchar cualquier barbaridad. En la prensa escrita creo que no pasa, la prensa escrita acá en Salto siempre ha tenido buenos timoneles. Es un tema muy delicado, tenemos mucho para elegir y tenemos que manejarlo con mucho tacto. Lo más grave que veo es que la gente a veces se queda con una campana sola. Y no es así, no hay un solo medio que tenga la verdad absoluta.. Se ha prostituido un poco la comunicación, en lo económico, y se entiende, está muy mal repartida la torta en cuanto a las publicidades estatales, que solo las migajas tiran para el interior. Entonces hay gente que se ha prostituido para gobiernos nacionales o departamentales, hay varios en Salto, no es fácil, porque el mundo se mueve por el dinero. Igual, en Salto en los tres rubros hay gente muy respetable.

10- Para terminar, decinos algo sobre tu familia y qué planes tenés a futuro en radio…

De mi primer matrimonio tengo a Sebastián con su emprendimiento comercial en el Cerro, Antonella que trabaja en Anda, Florencia que es laboratorista en Montevideo y Alejandro que es radiólogo. Ahora estamos empujando el carro con Patricia, mi segunda esposa, y tenemos a Aldanita que está en Montevideo buscándose su futuro con la carrera de partera. Soy un agradecido a la vida por un montón de cosas. Hace más de 25 años que trabajo con Claudino, ya unos cuantos años aqui en Libertadores y para redondear mi carrera en medios de comunicación, quiero que sea en los estudios de Radio Libertadores. Trabajo muy bien con los hermanos di Giácomo. No es poca cosa trabajar en lo que a uno le gusta y trabajar cómodo. Así trabajo yo en esta radio, primero con Inocencio, que nos abrió las puertas y ahora con Enrique y Marcelo. Mi madre me enseñó a ser agradecido, por eso agradezco a Inocencio, a Enrique y a Marcelo. A veces somos la única compañía de algunas personas y no siempre nos damos cuenta de eso, de esa importancia que tiene la radio y de esa responsabilidad y respeto que hay que tener.

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