MAYO. El quinto mes del año comienza con la conmemoración del Día de los Trabajadores, fecha que sirve para contrastar las dos visiones antagónicas que se tiene del país, a estar por los discursos de unos y de otros.
Quizás uno se vea más cercano a una visión que a otra, pero igualmente va quedando ese sabor amargo que ninguna de las dos nos representa en un cien por ciento. Hay cosas buenas de ambas visiones y cosas con las que es difícil estar de acuerdo o de justificar también de ambas, y el amargor sigue quedando cuando al momento de tener que elegir, uno termina optando por aquello que termina considerando como menos malo, dejando una sensación incipiente de vacío.
CINCO. No es casual que luego del referéndum se haya optado por acentuar el camino de nuestra economía por algunos aumentos de precios, siguiendo con la prédica de tratar de abatir el déficit fiscal por encima de cualquier otra meta, dejando una vez más postergada la recuperación del poder adquisitivo de los uruguayos, lo que termina por fundamentar la caída en cinco puntos la popularidad del Presidente de la República y paralelamente aumentar en similar porcentaje la disconformidad del pueblo uruguayo hacia su gestión.
El pueblo termina siendo injusto porque el gobierno debió enfrentar el tema de la inseguridad que había en nuestra sociedad en paralelo al combate de una pandemia global que lo terminó poniendo como ejemplo en el mundo. En estos aspectos salvó con buena nota el gobierno, tan es así que mientras la inseguridad ya no es tema de conversación entre los vecinos, también hemos dicho chau al COVID con nuestras perillas.
Pero una vez que las aguas volvieron a su cauce, el eterno tema de la economía retornó con nuevo impulso sobre la agenda gubernamental. Si vivís en Salto, no hay de aquello que el desempleo baja en el país cuando acá estamos muy encima de la media nacional y donde cerca de ocho mil salteños se alimentan de ollas populares y comedores.
RELATOS. El Presidente de la República dejó en su última comparecencia a la Asamblea General una frase que a sus seguidores les gusta repetir a todos lados que van, “datos, no relatos” (dixit Luis Lacalle Pou, 2 de marzo de 2022).
Sin embargo, estamos apreciando cada día como en Salto nos inundan de relatos y muy pocos datos. Muchos anuncios sobre la concreción de inversiones y creación de fuentes de trabajo para los salteños que siguen sin aparecer. Como viene la mano, sería interesante recoger el guante arrojado en el acto de ayer del PIT CNT de conformar una mesa de diálogo con la más alta participación de todos los partidos y fuerzas vivas del departamento para encarar de una vez el tema con mayor seriedad.
Hasta la semana que viene…
Por: Leonardo Silva