Edición Año XVII N° 880, lunes 23 de setiembre de 2024
MUTACIÓN. Tiempos modernos que le dicen esto de los avances tecnológicos. Imaginemos que hubiesen podido hacer los revolucionarios artiguistas o los cruzados libertadores o más acá en el tiempo pero dentro de otro siglo los Aparicios o los Pepistas Batllistas o los Luisalbertos y Chicotazos o los Juliomarías o los Tabarés con los otros Pepes, los Jorgistas con los otros Luisalbertos con campañas transmitidas en directo por las redes sociales o por los streaming.
Así como no podemos imaginárnoslos a ellos, ellos tampoco se hubiesen podido imaginar no hacer una campaña en territorio. Las fotos de antaño muestran a los caudillos políticos recorriendo el país en tren o en sulky, hoy algunos lo hacen en aviones cedidos por empresas privadas amigas que luego seguramente obtengan algún tipo de preventa en llamados licitatorios amañados, por decirlo con la mayor de las sutilezas posible. Los más arriesgados siguen en la ruta en sus camionetas con chofer y séquito atrás para solo pasar a saludar unos minutos a través de alguna conferencia de prensa.
¿Dónde quedaron aquellas campañas con actos multitudinarios con plazas llenas de personas que querían conocer a quienes idolatran porque las ven en las noticias televisivas o por la foto de los diarios o porque han escuchado en la radio? Ahora son todos tan cercanos gracias a las redes sociales que no parecen más extraños a quienes se idolatra sino un amigo más con el que se tiene contacto a diario.
Las campañas electorales han mutado, ya no serán más las mismas. Hoy dicen algunos analistas o hasta los propios candidatos que ven una campaña fría por la ausencia de la gente, y sin embargo ellos los siguen observando desde la comodidad de su casa a través de su computadora o de su celular. O incluso, muchos de los seguidores ya no siguen a sus candidatos en tiempo real porque pueden ver la grabación del video en otro momento cuando dejen el trabajo o alguna otra actividad que les impidió estar justo al momento en que se realizó la transmisión en directo.
Disfrutemos pues de esta campaña electoral cuasi kafkiana de cambios a los que debemos adaptarnos para no morir en el intento de tratar de comprender qué está pasando.
APURO. Lo que en cambio nunca cambiará es la actitud de los gobernantes de turno, quienes pretenden hacer todo lo que no hicieron en cinco años porque lo dejaron para los meses previos a las elecciones, por entender que las personas tienen una memoria relativamente corta. Si no, veamos solo algunos ejemplos.
En el año electoral otorgan aumentos salariales que omitieron hacerlo en los años anteriores, o desatan una lucha sin cuartel contra el narcomenudeo (nunca un pesado, mucho menos un Marset o un Morabito) casi cinematográfica con operaciones con nombres al mejor estilo de las películas de James Bond, y donde para que la gente desde cualquier punto de la ciudad pueda darse cuenta que algo están haciendo, suenan las sirenas o aparece un helicóptero raquítico con forma de mosquito cabezón mareando en los cielos.
O la intendencia se muestra de manera exagerada con decenas de cortes en las calles principales del microcentro para que se note que están arreglando las calles, algo que omitió hacer durante nueve años con la excusa que así estaba programado desde el comienzo de la gestión y que nada tiene que ver el particular año electoral… mientras la vida va! (Dixit Chito Silva).
Hasta la semana que viene… y tilo pa’la barra!