Edición Año II N° 61, jueves 5 de junio de 2025
HABEMUS mayoría en la Junta Departamental para aprobar la tercerización del Hotel Municipal de Termas del Arapey. La misma se terminaría formando con los votos del Frente Amplio y del Partido Nacional, lo que habilitará recuperar una pieza fundamental en el engranaje del turismo termal de Salto tras su cierre hace más de cinco años.
La excusa fue la pandemia. Pasada la crisis sanitaria debió reabrirse, pero terminamos sacando la cuenta que la pandemia terminó siendo una excusa para culminar con la pérdida de dinero que venía dando años tras año mantener el hotel municipal abierto. Nos venimos a desayunar con este cierre que el hotel ni teniendo el 100% de ocupación podría recuperar el costo que tiene mantenerlo abierto. Aún con todas las camas cubiertas, seguía dando pérdida. Esa es la cruel definición de incapacidad para gestionar.
Pero esa incapacidad para resolver el problema de gestión no debe entenderse como algo exclusivo de un solo gobierno, pues lo que viene dando cada una de las rendiciones de cuentas desde los 90 hasta el presente es que siempre dio déficit el sector turístico administrado por la Intendencia de Salto. Hablamos de perder un millón de dólares al año, y por lo que pudo verse antes de cerrarse el Hotel en termas, el déficit había comenzado a crecer considerablemente. Por eso decimos que la pandemia fue una buena excusa.
Ahora se está ante la expectativa que hoy la Junta Departamental tome cartas en el asunto, a destiempo, porque llega la decisión a un mes del término de una gestión que en materia de turismo dejó muchas cosas en el debe, dicho por los propios operadores turísticos privados. Así que este gobierno termina su gestión con una buena noticia que seguramente se concretará esta noche, y que abre la puerta a un problema menos por resolver al gobierno que entrará a gestionar los temas municipales desde el 10 de julio.
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GOBERNABILIDAD es la palabra que la hoy oposición manejó en estos cinco años durante esta Legislatura. Gobernabilidad es la palabra que el partido que pasará a ser oposición a partir de julio comenzó a utilizar, en un claro gesto de madurez política, de unos y de otros.
Dar gobernabilidad no significó hoy ni significará mañana votar a tapas cerradas lo que llegue desde el Ejecutivo de la comuna, sino dialogar, intercambiar puntos de vista, por qué no negociar y cambiar lo que pueda mejorar el proyecto que se envíe a la Junta. Dar gobernabilidad implica un estado superior de la política, que no niega la posibilidad de discutir y de incluso, no ponerse de acuerdo, porque dar gobernabilidad no significó ni tiene por qué significar en este nuevo tiempo que comenzará la unanimidad.
Dar gobernabilidad y aceptarla implica también al gobierno saber escuchar a la oposición.
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ANSIEDAD. Nos han dicho que en la interna del partido que será gobierno a partir del mes que viene se comenzó a repartir a algunos dirigentes, cajitas con infusiones de té para calmar la ansiedad con nuestra frase de cabecera… tilo pa’la barra!
