El proyecto Aratirí (ex Neptuno) es hoy motivo de debate y de fuerte discusión. Comencemos por explicar de qué se trata. El costoso proyecto Aratirí consiste en tomar agua del Río de la Plata, potabilizarla y volcarla a la red de abastecimiento de OSE, en los meses en que la salinidad del río lo permite.
Pero la cuestión no es tan sencilla. En primer lugar, la inversión total estaría a cargo de una empresa privada, la que realizaría las obras necesarias (una de ellas es la instalación de cañería, la actual en los tramos principales tiene algo así como 150 años de antigüedad), según tenemos entendido.
Esto “explica” porqué OSE aprovecha comercialmente sólo la mitad del agua que toma de los ríos –lo demás se pierde- y en reciente manifestaciones el ministro de Ambiente explicó que para evitar estas pérdidas serían necesarias inversiones millonarias, que el país no dispone en estos momentos.
OSE tiene deudas –según afirmó el ministro- de alrededor de 400 millones de dólares. Nos preguntamos entonces ¿Cuánto deberíamos pagar los uruguayos para disponer de un servicio tan imprescindible, que ha sido declarado como ´derecho Humano, de agua potable y saneamiento?
No podemos olvidar que la empresa estatal, cobra no sólo el agua potable que proporciona, sino además el saneamiento fijo, el saneamiento variable, la tasa de agua como consumo mínimo, el excedente, y muchos más… Pero esto no alcanza y de allí que se busquen soluciones como las de Aratirí.
Entendámonos bien. OSE toma un recurso natural, lo potabiliza y lo comercializa, pero en realidad lo único que deberíamos pagar los uruguayos sería la potabilización del agua y su distribución y obviamente la instalación del saneamiento.
Pero ya nada de esto lo podemos hacer sin ayuda exterior. Por supuesto que se descarta la recuperación de las cañerías y la salida de evitar las pérdidas de agua. Ni siquiera en forma paulatina parece ser posible hacerlas. Para otro día queda el análisis de ¿Qué han hecho los pasados gobernantes para evitar este caos?
La licitación del proyecto Aratirí, según el ministro mencionado, se hará a costo y riesgo de la empresa privada que lo construya (para los cual tendrá un plazo de dos años) y luego lo explotará durante 18 años, para resarcirse de la inversión y del riesgo que afrontó.
En tanto Argentina, que comparte el río, ya ha hecho un colector que arroja los residuos cloacales de Buenos Aires, rio adentro, pero aun suponiendo que se hayan tomado todas las precauciones para que estos residuos no vuelvan a la costa, nadie puede decir cuál será la situación dentro de 18 años, cuando el Estado uruguayo asuma la propiedad de la obra.
Por el momento señor usuario, vaya aprontándose para pagar un ítem más en la factura mensual de OSE…
A.R.D.
