El momento final llegó. Luego de la “desaparición espiritual” del Cilindro Municipal, provocado por un incendio el 21 de octubre de 2010, el histórico edificio desapareció. La demolición que se concretó hoy tuvo un costo de 700 mil dólares, según informó Carolina Cosse, presidenta de ANTEL.
Todos los costos corrieron por cuenta de ANTEL. Es propiedad del municipio, pero la intendencia capitalina renunció a intervenir en la explosión del edificio y limpieza del predio porque cedió los derechos a ANTEL para construir el nuevo escenario deportivo y de espectáculos. Luego de que la empresa de telecomunicaciones presentó la propuesta del proyecto “Antel Arena”, la Intendencia Municipal entregó el predio de 9 hectáreas en custodia.
A finales del año pasado, el plan de ANTEL estuvo bajo amenaza de frustrarse. Algunos miembros de la oposición cuestionaron duramente la constitucionalidad del proyecto. La Presidenta de ANTEL y el Ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, fueron convocados al parlamento. La crítica al proyecto se centraba en la supuesta violación del artículo 190 de la Constitución que establece que los Entes Autónomos y los Servicios Descentralizados no pueden realizar “negocios extraños al giro que preceptivamente les asignen las leyes, ni disponer de sus recursos para fines ajenos a sus actividades normales”. El Tribunal de Cuentas incluso consideró el proyecto como institucional, pero este veredicto no tuvo incidencia en el desarrollo del proyecto.
En abril de 2013, Carolina Cosse dijo que “se trata de un gran negocio para Antel”, pues de acuerdo a estudios realizados por el ente, la inversión de US$ 40 millones dará un retorno de US$ 10 millones anuales sin contar las entradas, palcos y publicidad. “Uruguay estaba necesitando, incluso antes de la destrucción del Cilindro, un gran estadio cerrado de primer nivel que pudiera albergar no solo eventos deportivos, sino también espectáculos musicales, por ejemplo” agregó. Para ANTEL, el estadio es una “acción de marketing directo que tiene como objetivo fundamental impulsar la demanda de banda ancha para tener mejores servicios y más clientes”.
La visión de Cosse es que “hay una confluencia de necesidades y de oportunidades. Hay un tema que quedó sin solución. Hay una necesidad de la ciudad. Hay una necesidad del deporte, del turismo, del deporte, de la cultura. Muchos espectáculos no vienen porque no tienen un ámbito para venir. Está ese conjunto de necesidades y también una necesidad de Antel de potenciar su proyecto de fibra al hogar, de desarrollar las telecomunicaciones que es su actividad principal. Esto es una herramienta de marketing para desarrollar las telecomunicaciones”.
