«Ya van para siete meses; no se que pensar»
Cuando Sofildo Piñeiro supo de un serio quebranto de salud, tiempos solidarios que no faltaron hacia el exfutbolista y colaborador pertinaz de los seleccionados salteños, en la categoría que fuese. Se limitó su capacidad de trabajo y ya los movimientos debieron ser regulados. «Una manera de cuidarse, amigo…», al decir de quien fue Campeón del Litoral y del Interior en la década de los 70. No haber acumulado los años de aporte para obtener la jubilación, también como factor contrario, mientras se abrió una cuota para quienes pudiesen aportar la colaboración que fuese. Todo un cuesta arriba.

«NINGÚN DINERO ME HA LLEGADO»
Pero significativa las gestiones desarrolladas casi en lo inmediato por el diputado Dr Alvaro Lima, para la obtención de una pensión graciable, la que en nuestro país se le concede a determinados deportistas en función de la historia personal. Pero el hecho es uno: ha transcurrido el tiempo y para Sofildo todo es penumbra, «porque ningún dinero me ha llegado. Ya van para siete meses: no sé qué pensar. Hay quienes me ayudan, pero el dinero es siempre una necesidad».El diputado salteño contempló todos los pasos y surgió el consentimiento a nivel del área legislativa. Pero cabe preguntarse qué es lo que resta para que se efectivice la pensión graciable para Sofildo Piñeiro o solo quedará pensar que la burocracia ejerce otra vez su brutal y descomedido poder de mando.