Al fin de cuentas, ellos no pasaron desapercibidos, porque acudieron a la invitación, enfundados con chalecos que los identificaron. Se trató de los niños y adolescentes también en algún caso, que son protagonistas de la Escuelita Comunitaria de Fútbol, impulsada por Juan Carlos «Cacho» Mendietta desde el año 2012. La iniciativa surgió desde Liliana Roldán (consecuente hincha de los seleccionados salteños) y Elbio José «Pato» Conti.

Gestiones puntuales, las unidades de traslado disponibles para la barra de la Escuelita, sumándose algunos padres también. Para algunos de ellos, o de repente muchos, la primera vez que asistían a un partido clásico de Salto y Paysandú. Vieron ganar a los dos combinados salteños.
Más allá de los jugadores en escena, la noche del 27 de enero en el estadio, también fue de los gurises de la Escuelita. El objetivo contemplado. La solidaridad suele ser un faro en el camino. Esta vez, no ha sido la excepción. ¡Lo bueno….bueno es!