Realmente de muy buen nivel es la muestra, formada por 25 dibujos con marco, que el pasado jueves dejó inaugurada en la sede de APLAS (19 de abril 377) el artista maragato Nelson Romero. Aunque en ciertas obras se percibe algún color, principalmente sepia, lo que predomina en la muestra es el dibujo, el trazado con tinta o carbonilla. Uno de los elementos en común entre las obras es la presencia de figuras humanas con rasgos animales, figuras casi monstruosas. Además, en cada cuadro existe una vinculación con aspectos históricos de forma más bien sugerida o, en algún caso, con hechos más concretos de la historia, como guerras, fusilamientos, etc. Breves oraciones escritas por el autor debajo del dibujo, a modo de título, ayudan a esa vinculación, creando un marco y trasfondo histórico a las imágenes.
En momentos previos a la inauguración, EL PUEBLO dialogó con el artista:
¿Maragato?
Sí, aunque en realidad maragatos no hay en San José. Fueron cuarenta y dos familias asturianas que fundaron San José.
¿Desde cuándo se recuerda en esta actividad?
Como profesional yo tomo el año 72, que fue la primera exposición que hice en Montevideo, donde me di a conocer a la crítica, y después hasta el día de hoy he dibujado ininterrumpidamente.
¿Cómo surge esta llegada a Salto?
Fue por invitación de Susana Canella. Ya había estado en Salto en el año 84 u 85, no recuerdo bien, en una Bienal que se hizo acá. Y hoy estoy maravillado por lo hermosa que es la ciudad, la rambla por ejemplo. Y por el gran movimiento cultural que tiene Salto.
¿Cuál ha sido su formación en arte?
Yo me considero autodidacta, con todo lo relativo que puede tener ese concepto. Pero tuve un pasaje fugaz de un año por el Museo de San José. Allí estaba el profesor Osvaldo Leites, un muy buen pintor de la escuela de Torres García, y quería que yo fuera retratista al óleo. Pero a mí ya me gustaba el surrealismo, el realismo mágico y sobre todo la parte gráfica, y he sido coherente en desarrollar la disciplina del dibujo como disciplina válida, porque el dibujo siempre ha sido considerado como un segundón de la pintura.
¿Cómo podría describir esta serie que trae hoy a Salto en cuanto a temática y técnica empleada?
Esta serie, a la que le llamé Serie Negra, porque tiene un mensaje bastante ácido desde el punto de vista de la sátira social y política, está hecha con la técnica de tinta y algunos tienen lápiz carbón, otros tienen tinta aguada. Esto surgió como homenaje a un gran amigo, el maestro Hugo Nantes, pintor de proyección nacional e internacional, con el que fuimos amigos durante 40 años. Su muerte me golpeó bastante a pesar que sabía que la salud era muy precaria, el día que me enteré de su muerte decidí hacer esta serie en homenaje a él. Siempre hablábamos de temas políticos y todo eso que nos preocupaba, no solamente de arte o de creatividad hablábamos con él, sino que los dos estábamos preocupados por el destino del pueblo nuestro y del ser humano en general. Y esta serie tiene tres temas que fueron el detonante para hacerle: los grabados de Francisco de Goya, los desastres de la guerra, los disparates, los proverbios; tiene también inspiración en la obra de Nantes, en su obra escultórica, que la empecé a hacer en los años 72 y 73, cuando Uruguay entraba ya en una noche; y también tiene relación con un libro de Erasmo de Rótterdam de 1500 más o menos, El elogio de la locura. Erasmo, a pesar que era un religioso, un clérigo, también se oponía a los desbordes de la iglesia papal, y saca ese librito como crítica para volverla al camino a la iglesia, también eso influyó en esta serie.
Esta serie lo definiría a usted más como dibujante que como pintor…
Sí, es que yo me considero dibujante. Siempre digo que yo soy mal colorista y cuando pongo color es sólo como base, como una cosa secundaria, pero lo que prima siempre es la línea, el trazado, porque me gusta, me gustó siempre. Incluso a través de los años hay gente que me ha dicho ¿pero por qué no pintás?, y la repuesta que yo les doy es que tenemos médicos por ejemplo que son cardiólogos y ¿por qué los vamos a hacer gastroenterólogos? Y creo que se pudo lograr a través de los años, junto con otros dibujantes, que en el Uruguay se creara un público especialmente para el dibujo.
Una reflexión sobre las posibilidades que tiene un artista de vivir del arte en nuestro país…
En el Uruguay todos sabemos que no le podemos pedir a un país de tres millones doscientos mil habitantes que tenga un mercado importante de arte, pero en el caso mío he podido mal que bien, con períodos buenos y otros malos, dedicarme a esto full time, pero es difícil…