Cuando EL PUEBLO informó días pasados sobre el vandalismo que sufrieron algunos árboles y plantas en zona del lago de Las Cavas, fueron varios los comentarios recibidos sobre episodios similares ocurridos en diferentes puntos de la ciudad. Por ejemplo, una lectora que vive en pleno centro nos decía: “el fin de semana me robaron medio árbol de flores rojas que estaba precioso, no hay más respeto”. Lamentable; y eso que vive frente a una seccional policial.
Vecinos de la avenida Garibaldi, a pocos metros de la costanera, comentan que “durante un tiempo estuvimos ilusionados con que nos iban a poner bitumen como se había prometido; como eso no se hizo, lo que ahora pedimos al menos es que pase el camión regador, estamos cansados de pedirlo y nada…es impresionante la tierra adentro de las casas”.
Quienes también reclaman desde hace mucho tiempo, pero en este caso una mejor iluminación del lugar, son quienes viven o deben pasar diariamente por la Puerta del Trabajo. “Una oscuridad impresionante, donde siempre hay vehículos escondidos”, nos vuelven a decir.
Hay quienes desde ya se preguntan si en las próximas fiestas tradicionales de fin de año se respetará realmente la prohibición de pirotecnia sonora. La pregunta interesante es: ¿cómo se controlará?, ya que lo permitido y lo prohibido también depende de los decibeles de los estruendos. Seguramente no será tarea fácil.