VOLVIENDO a empezar, es así y no hay vuelta de hoja. La vacuna está y la gente se está vacunando, de a poco, en forma lenta (y con un récord regional difícil de igualar), pero se está vacunando. Entonces nos confiamos y bajamos la guardia, total, la vacuna está, pero no funciona así la cosa.
Por una cuestión de escala, nuestro país está en una situación inmejorable para vacunarnos a todos los que deseemos hacerlo en tiempo récord. Somos un país chiquito, prácticamente chato, es decir, sin grandes montañas que nos separen. Se llega a cualquier lugar por tierra o por aire en cuestión de minutos, sumado a que somos pocos, tres millones y monedas.
Pero esta nueva ola que estamos sufriendo tanto en Salto como en el país no es un hecho aislado. Basta meterse en internet y leer las noticias del mundo para ver que lo mismo está ocurriendo en casi todos los países del planeta.
Así que nada, no pensemos que por tener la vacuna ya somos Gardel. Ahora hay que vacunarse para quedar un poco más tranquilos, pero repito, que eso no nos haga bajar la guardia. Adhiero plenamente a las declaraciones de la presidenta de FEMI, la salteña Patricia Nava, cuando expresa su preocupación al decir que la gente «se descansó» por la llegada de la vacuna (fuente: Subrayado). No nos descansemos ni bajemos la guardia, que la pelea continúa, y será larga… muy larga.
ADEMÁS, con esto del coronavirus, los medios de comunicación hemos invadido de información sobre el COVID 19, mientras el dengue y la leishmaniasis seguían su curso, y como que todos descuidamos esos factores a tener en cuenta.
Esto me recuerda a un disco del gran Jaime Roos, «Estamos Rodeados», en clara referencia a otras circunstancias pero que acá bien vale para graficar cómo nos encontramos en Salto. De esta forma, reafirmamos lo que venimos de escribir en el apunte anterior, no podemos bajar la guardia ni regalarnos. Y como dice el propio Jaime en una entrevista sobre su disco de 1991, «estamos rodeados, pero no estamos perdidos. Se dice ‘estamos’ y no ‘estoy’, somos unos cuantos que seguimos peleando. Nos van ganando, nos rodean, pero no han podido con nosotros». Y no podrán, agrego, aunque eso solo dependerá de nosotros y de la actitud que tengamos frente a estas adversidades virales.
Que esto que estamos viviendo nos vaya preparando como civilización para lo que aún está por llegar, que sin ánimo apocalíptico ni por ser seguidor de Nostradamus, que no soy, ni tampoco formo parte de las filas «conspiranoicas», como le gusta decir a alguien que anda muy suelto de cuerpo diciendo cualquier cosa con tal de tener sus 15 minutos de fama, demostrando a las claras que el fin nunca justifica los medios.
Así que mientras tengamos algo de aliento en nuestros pulmones, seguiremos peleando, porque es así como se ha ido construyendo nuestra civilización con el correr de los milenios, pero para eso, no hay que confiarse.
Hasta la semana que viene…
Por: Leonardo Silva
