Una persona nos hacía ver el domingo, la cantidad de puestos callejeros en distintas calles y sobre todo avenidas de la ciudad: asado, pollos, pasteles, tortas fritas, plantas, artesanías…Nos decía que tiene la sensación que en los últimos meses se han multiplicado considerablemente estos puestos, así como los de venta de ropa de segunda mano.
Es sin dudas una buena observación, que no le será difícil de comprobar a quien haga una recorrida por diferentes barrios. “Si usted se fija en el desempleo que hay y lo mal que está el comercio porque la gente se va a comprar a Concordia, entiende por qué pasa esto que todos tratan de sacar algo a la vereda para vender”, nos decía.
Hablando de comercios, llamaba la atención el fin de semana que las heladerías estaban con mucha cantidad de gente, algo poco usual para la época. Otros años se prestaría más para el maní, el café, el pancho, ¡pero ahora el tiempo está tan raro!
“Ya que los niños están sin ir a la escuela y con tareas virtuales para evitar contagios de gripe, los padres tendrían que cuidar que estuvieran más en la casa”, nos decía ayer un lector. El hombre estaba preocupado porque, según él, “no van a la escuela pero acá en el barrio los veo todos amontonados jugando con los celulares”. De todas maneras, los ve en lugares abiertos, y eso ya es distinto a un aula con treinta niños.