Nilza González: Carnavalera que ama la fiesta popular como el primer día
Nilza González es una de las figuras pioneras del Carnaval de Salto y a sus setenta y tres años recién cumplidos confiesa que sigue amando a la mencionada fiesta popular como el primer día. Nilza ha recorrido varias partes del mundo con su arte y continúa presentándose en cada edición carnavalera, armando sus propios trajes. “Soy la última figura femenina de la primera época que va quedando en Salto, pues han ido falleciendo todas.
Con mis 73 años todavía sigo participando del carnaval; por ello recientemente me hicieron un nuevo reconocimiento por ser la última que va quedando”. Nilza siempre cultivó un espíritu de querer aprender e incursionar en muchos terrenos culturales, mientras que ha sabido ganarse el pan como vendedora en la zona del Zoológico durante largos años de su vida.

Ha tenido varios reconocimientos por su trayectoria y tiene todas las intenciones de continuar desarrollando su arte tanto en el carnaval como en diferentes eventos, porque así se siente plena y agradecida por sus logros. En charla con EL PUEBLO se refirió a sus vivencias y a sus proyectos que aún mantiene en pie.
Le preguntamos a Nilza cuando comenzó su historia con el Carnaval y nos dijo que fue a los 5 años de edad. “En esa época que se hacían los corsos que ahora se llaman desfiles y antes eran corsos de carnaval y comencé desfilando en esos corzos que se hacían en Plaza de Deportes porque era de esa zona. Las familias de escasos recursos le hacían trajes a sus hijos de papel crepé y las más pudientes utilizaban tul para las fantasías.
Los niños de clase alta desfilaban en el capó de los autos mientras que los más humildes iban a pie de la mano de sus padres.
A mí me gustaba mucho desfilar porque quería ganarme un juguete. Solía participar todos los años también de los escenarios”
- ¿Se formó en danza?
- “En realidad lo mío fue algo innato. Soy de una familia donde son todos artistas, músicos… bailarines entonces como que lo traigo en la sangre. Con el tiempo estudié danzas clásicas y ello me favoreció muchísimo… me ayudó bastante y para saber posicionarme en un escenario o desfilar sobre una carroza.
Poco a poco particié de los ensayos de las comparsas y lubolos a nivel local y también en Montevideo, donde la exigencia era mayor.
Estuve en la comparsa de Julio Sosa Kanela, llamada Tronar de Tambores, integrada por bailarines del SODRE.
Por ese motivo fue necesario tener una determinada preparación para poder participar de esta comparsa famosa. Con ellos estuve bailando en las Cataratas del Iguazú en Brasil también en Córdoba estuve en tres oportunidades en tres lugares diferentes de Córdoba en un encuentro de comparsas en Argentina también en Córdoba Villa Caroya donde en antaño desembarcaron los negros africanos.
Estuve en Villa Carlos Paz y en Concordia más de una vez en la Fiesta de los Inmigrantes.
Viajé a Italia también de la mano de Julio Sosa Kanela, un señor que viajaba muchísimo con su cuerda de tamboriles.
Me siento feliz de haber representado a Salto en varios países, mantengo hermosos recuerdos que no se me borrarán jamás.
Viajé también a Chile y a muchos lugares siempre llevando mi arte. Hace poco me hicieron entrega de un nuevo reconocimiento a mi trayectoria y la verdad es que fue una grata sorpresa. Fue muy importante para mí, porque he dejado mi vida en ésto… me siento muy querida por la gente que siempre me esperó horas hasta que me tocara desfilar en carnaval.
-¿Cómo es su entorno familiar?
-”Vivo con dos de mis hijos y tengo diez hermosos nietos a los que amo profundamente; también a mis más de treinta hijos del corazón”.
- ¿Cómo vivió la pandemia?
- “Creo que como la gran mayoría de la gente… debo decir que me cuidé mucho pero nunca sentí temor poque tengo mucha fe en Dios… siempre confiando y creyendo.
Siempre hice caso a las autoridades de la salud y a todos los que se reunían para aconsejarnos cual era la mejor acción que debíamos tomar. Como persona adulta mayor que soy, extremé mis cuidados, pero luego seguí trabajando.
Otra cosa que hago vocacionalmente es vender… soy vendedora de golosinas en el Parque Harriague, tengo una conexión maravillosa con los niños.
Por otra parte me gusta estar instruida y he hecho varios cursos relativos a la gatronomía en UTU. Esas posibilidades me abrieron la puerta para ser tallerista de la Intendencia Departamental.
Participé de varios cortometrajes, tales como Sueños Rotos y me recibí de modelo profesional en Zenith Models.
He hecho muchas cosas en mi vida, generalmente todo vinculado a lo artístico; por supuesto que es necesario buscar otras alternativas siempre para seguir creciendo”.
- ¿Cómo se describe?
- “Como una mujer que está siempre alegre…he tenido la suerte que Dios Todopoderoso siempre me ha ayudado muchísimo en cuanto a tener una hermosa familia… el amor de mis amistades… de mis vecinos, que agradezco con todo el corazón”.