En su último atardecer, el 14 de abril de 1912, el Titanic navegaba por aguas tranquilas. Pero cerca de la medianoche bajo un cielo estrellado, una helada brisa cayó sobre el gran buque. Frederick Fleet fue el primero en ver el iceberg desde su posición en el mástil de vigía. Su aterrador grito fue escuchado por James Paul Moody, el sexto oficial y la alarma rápidamente llegó al primer oficial asignado William Murdoch, quien ordenó moverse a todo estribor y parar las máquinas, seguido de una orden de reversa y cierre de las puertas de contención del agua. Quince minutos tras el impacto, la oficina de correos ya estaba inundándose. Después de la evaluación de daños de Thomas Andrews, quien había diseñado el barco, el capitán Edward Smith escuchó las palabras que más temía: “la insumergible nave se hundiría en dos horas, o menos”. Cinco de sus compartimientos estaban abiertos al mar y la rajadura del casco al lado de estribor era por lo menos de 91 metros de largo. Nada se podía hacer para salvar al buque. Apenas 710 personas pudieron llegar a tierra, pereciendo en las aguas del Atlántico más de 1500. The New York Times recuerda el naufragio del Titanic como el mayor desastre marítimo, en tiempos donde no existían guerras.
EL MAYOR BARCO DEL MUNDO
El RMS –Royal Mail Steamship- Titanic, buque de vapor del correo Real, fue un transatlántico inglés, el mayor barco del mundo en el momento de su botadura, que se hundió durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York. El Titanic era el segundo de los tres naves que formaban la clase Olympic, propiedad de la naviera White Star Line, y fue construido entre 1909 y 1912 en el astillero Harland and Wolff, en Belfast, Irlanda del Norte. Entre sus pasajeros estaban algunas de las personas más ricas del mundo, además de cientos de inmigrantes irlandeses, británicos y escandinavos que iban en busca de una mejor vida en territorio norteamericano. El barco fue diseñado para ser de gran lujo y comodidad, y contaba con piscina, gimnasio, restaurantes, biblioteca, y excepcionales camarotes para los viajeros de primera clase. También estaba equipado con una potente estación de telegrafía para uso de tripulantes y pasajeros, y avanzadas medidas de seguridad, como los mamparos de su casco y compuertas activadas a distancia. Sin embargo, y debido a las obsoletas normas de seguridad de la época, solo portaba botes salvavidas para poco más de la mitad de los que estaban a bordo en su viaje inaugural y un tercio de su capacidad total.
PROA AL OCÉANO ATLÁNTICO
Después de zarpar de Southampton el 10 de abril de 1912, el Titanic recaló en Cherburgo, Francia y Queenstown –hoy Cobh- en Irlanda, antes de poner proa al océano Atlántico. A las 23.40 del 14 de abril, cuatro días después de partir y a unos 600 kilómetros al sur de Terranova, chocó contra el iceberg. La colisión abrió varias planchas del casco en su lado de estribor bajo la línea de flotación, a lo largo de cinco de sus dieciséis mamparos, que comenzaron a inundarse. Durante dos horas y media el barco se fue hundiendo gradualmente por su parte delantera mientras la popa se elevaba, y en éste tiempo varios cientos de pasajeros y tripulantes fueron evacuados en los botes salvavidas, algunos de los cuales no fueron llenados en su máxima capacidad. []Un número muy elevado de hombres murió debido al estricto protocolo de salvamento que se siguió en el proceso de evacuación de la nave, conocido como «mujeres y niños primero…» Justo antes de las 2:20 del 15 de abril, el Titanic se partió por la mitad y se hundió por proa con cientos de personas todavía a bordo. La mayoría de los que quedaron flotando en la superficie del mar murieron de hipotermia, aunque algunos fueron rescatados por los botes salvavidas. Los 710 supervivientes fueron recogidos de los botes por el transatlántico RMS Carpathia unas horas después. El naufragio del Titanic conmocionó e indignó al mundo entero por el elevado número de fallecidos y los errores cometidos. Las investigaciones públicas realizadas en Reino Unido y Estados Unidos llevaron a la implementación de importantes mejoras en la seguridad marítima y a la creación en 1914 del “Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar” -SOLAS, por sus siglas en inglés- que todavía hoy rige la seguridad marítima. Muchos de los supervivientes, que perdieron todo su patrimonio en la tragedia, fueron ayudados gracias a la caridad pública, pero otros, como el presidente de la White Star Line J. Bruce Ismay, fueron acusados de cobardía por su prematuro abandono de la nave y condenados al ostracismo social. El Titanic fue descubierto el 1 de septiembre de 1985 por Robert Ballard en el fondo del Atlántico Norte a una profundidad de 3784 metros. Los restos están muy dañados y sufren un progresivo deterioro, pero desde su descubrimiento miles de objetos del barco han sido recuperados del fondo del mar y están en exposición en numerosos museos del mundo. El Titanic es quizá el barco más famoso de la historia y su memoria se mantiene muy viva gracias a numerosos libros, canciones, películas, exposiciones y memoriales.
FREDERICK FLEET,
EL VIGÍA DEL TITANIC
Frederick Fleet, que en la noche del 14 de abril dio el grito de ¡iceberg! cuando ya era demasiado tarde para evitar la colisión, aunque sobrevivió a la tragedia -se suicidó en 1965- nunca dejó de culparse por no haber visto la enorme montaña de hielo antes. «Si hubiera tenido unos prismáticos habría podido evitar muchas muertes», no se cansaba de repetir a los que querían escucharle. “Este año la British Titanic Society y la norteamericana Titanic Historical Society han querido honrar su memoria colocando una lápida en su honor, con su nombre seguido de la frase «Vigía del Titanic» y una imagen del barco. Lo han hecho sobre la tumba de beneficencia, sin nombre, donde hace más de 30 años reposan sus restos. “Y mientras millones de personas van al cine a ver la película ganadora de once Oscar, los supervivientes afirman que no tienen intención de acudir a ver el filme, ante el temor de revivir uno de los momentos más trágicos de su existencia, el dramático abandono del barco, dejando atrás a seres queridos y las horas pasadas en los botes salvavidas a la espera de ser rescatados. En abril de 2012, el australiano multimillonario Clive Palmer, anunció la construcción del Titanic II, que será una réplica exacta del RMS Titanic. La fecha de botadura está prevista para el 2016.
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