«No prometí nada. Pero íntimamente sabía que algo o mucho se podía cambiar. No hubo tanto tiempo para hablar cuando llegué. La verdad pasaba por encaminar lo que pretendíamos y perder aquel partido inicial con Ferro Carril, fue un hecho natural. Alcanzamos una ventaja que nos alentó y después perdimos pie. Pero creo que en ese partido dejamos una señal».
Cuando se produjo el final de ciclo de Rony Costa, el que llegó al mando técnico de Gladiador fue HÉCTOR ALEJANDRO TORRENS. El mismo que mandó de cuerpo y alma a River Plate a la liguilla 2022 y que si perdió la categoría, fue a la luz del promedio de la temporada pasada. El mismo River que encauzó su tiempo en el torneo de OFI y respondió.
Al fin de cuentas, la historia de Torrens en el fútbol salteño, está gobernada por situaciones para el rescate. Pleno aquel River y ahora en este Gladiador, el inicio de la siembra.
Desde aquel estreno ante Ferro Carril en una noche de miércoles, siguieron cuatro partidos más, con un empate frente a Universitario (1-1) y tres victorias: a San Eugenio 5-0, a Salto Uruguay 1 a 0 y 3 a 1 sobre Saladero. De 15 puntos 10. Pero si se descarta aquel 2 a 1 de Ferro Carril, de los últimos 12 puntos, los 10 ganados. ¿Cómo no sostener entonces que ahora Gladiador se puso de moda? Y no por nada cobija el sueño de ser uno más en los play off.
Torrens sabe de qué se trata, porque con River Plate el año pasado, eliminó a Universitario: 3 a 0 primero y 1 a 0 de setencia.
AUSENCIA Y DESPUÉS….
El hecho es uno: Gladiador resucitó desde lo espiritual. Por eso, Alejandro Torrens sostiene que «aparece el equipo más convencido, sabiendo que la idea tiene que ser defendida y aplicar el mejor sentido disciplinario desde lo táctico. Por eso, hemos defendido mejor».
La elocuencia de los números es real. En la suma de esos cinco partidos desde que asumió la Dirección Técnica de Gladiador, 11 goles a favor y 4 goles en contra.
Equilibrio más sabio. Las dudas se fueron expulsando.
No han caído hojas amarillas y Gladiador colorea el presente.
De última frente a Saladero, sin Rómbola, Giménez, Gastón Elías, Diego Medina y el «Ojito» Leytes, por una causa o por otra.
Para el DT, «bueno es que la actitud ha sido la base. Buscando lo que se quiere y como en todo equipo, si no hay respuesta individual no hay funcionamiento. Con Santiago Sosa y Ezequiel Medina fuimos eficaces y a Carlitos Da Silva lo tiramos más arriba. No es casualidad que los tres llegaron al gol frente a Saladero. A ese convencimiento hay que volverlo lo más sólido posible. Y en eso estamos».
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
Brian Bermúdez, el de la zona de volantes. Y lo que supone el hincha de Gladiador. El de la cita con la ilusión. Renovada, plena. Bien de ellos.