Con Santiago Massa, destacada figura del básquetbol
que promete futuro
Comenzó con el deporte con apenas cinco años y en poco tiempo descubrió que su verdadera
pasión estaba en el básquetbol y ese sentimiento fue el motor que lo llevó a emprender la disciplina con dedicación y seriedad.
Hoy integra un grupo de la capital del país y debe dosificar bien sus tiempos entre el estudio y las prácticas, puesto que debe viajar prácticamente todos los fines de semana.
Santiago Massa (14) admira el básquetbol americano y es un nivel al que aspira llegar algún día.
“A los cinco años mis padres me llevaron a practicar fútbol, pero no fue un deporte que me llamó la atención… me cambié para las prácticas de básquetbol y allí sí, me sentí a mis anchas” – respondió al ser llevado por la entrevista a sus primeros tiempos de deportista.
Sus inicios se conjugaron en el Club Salto Uruguay y luego fue el Club Nacional, donde desarrolló la mayor parte de su performance, recordando con cariño a su primer entrenador, Atilio Lima.
De sus partidos que correspondieron a la época infantil, recuerda de encuentros que se desarrollaron a nivel departamental, en Paysandú y en Montevideo… imágenes que se tornan un tanto vagas en el tiempo.
Luego vino la etapa donde se desarrollaron los viajes más disfrutables para nuestro protagonista.
– ¿Cuáles fueron las estrategias básicas que debió incorporar para ser un basquetbolista?
– “Saber picar la pelota es una acción fundamental, tener un tiro prolijo y luego el dominio de pelota
para desarrollar un buen juego”.
– ¿Y qué entiende por sus fortalezas y debilidades?
– “Me siento seguro en la parte defensiva… tal vez me cuesta un poco más el ataque, donde en algunas circunstancias me falta dominio del balón, aunque poco a poco voy perfeccionando mi estilo.
Antes, más que nada era divertirse, pues en las categorías chicas las exigencias son diferentes.
A medida que va subiendo el nivel, hay que jugar más en serio”.
Nosotros mientras tanto, reflexionamos, que en el deporte, como en otros emprendimientos de la vida – nunca dejamos de aprender y el trabajo debe ser permanente para lograr la excelencia.
“SIEMPRE APRENDEMOS
ALGO NUEVO”
– ¿Cómo es su rutina deportiva?
– “Practico más o menos dos o tres horas diarias y a veces por la mañana cuando salgo del liceo voy al club y practico tiros.
Luego, para mantenerme en buen estado físico concurro al gimnasio, una hora más o menos tres veces a la semana”.
En cuanto a la alimentación, sigue una dieta sana, variada y consistente, como corresponde a un deportista.
Camila, Ana Paula y María Laura son sus hermanas, que lo apoyan y sienten gran admiración por él, al igual que el resto de su familia.
Su padre Pablo (fallecido) también en su momento supo destacarse en el básquetbol, de allí proviene su veta por el deporte.
Santiago define al básquetbol como “una pasión” que cultiva todos los días, “un sueño” de poder jugar en las ligas mayores y ser un profesional con todas las letras.
Ha sido convocado en Montevideo para jugar en el Club Hebraica Macabi en la categoría sub 16 y tuvo la oportunidad de debutar en Primera el año pasado en algunos partidos, uno se desarrolló en el Club Salto Uruguay. Hizo un buen debut de 8 puntos, lo que le generó una gran emoción.
LA HUMILDAD
ANTE TODO
– ¿Admira a alguna figura del deporte, como su referente?
– “Nadie en particular, porque considero que hay muchos que tienen talento y cada uno se destaca en un estilo.
Dentro de los jugadores uruguayos me gustan Calfani y Osimani… dentro del básquetbol internacional, algunos que juegan en la NBA”.
– ¿Qué cosas debe hacer y qué cosas no, un deportista?
– “Cuidarse, ser consecuente con la práctica y el entrenamiento para hacer bien las cosas.
Evitar todo aquello que lo lleva a arruinarse la vida.
La humildad no puede faltar en su personalidad, tanto adentro como fuera de la cancha.
De lo contrario, quedaremos por el camino”.
Cursa tercer año liceal y tiene especial inclinación por el área científica, conciente que para ser un buen profesional en el deporte, también debe acceder a una buena formación en el conocimiento.
– ¿Cuándo se puede considerar que un basquetbolista es un profesional?
– “Cuando es reconocido a nivel nacional”.
¡Soy Joven! – “Tenemos un largo camino para aprender y poner en práctica las enseñanzas de nuestros padres”.
María Fernanda Ferreira