El agua que se estanca en las veredas es un problema que aqueja últimamente, cada vez que llueve, a vecinos de la avenida Concordia en su cuadra del 300 (barrio Burton, media cuadra al sur de Avda. Manuel Oribe). Sucede que hace algún tiempo se construyó ahí una nueva casa, luego que un incendio arrasara con todo e incluso se cobrara una vida.
Pero, aparentemente, no se tuvo en cuenta al construir la nueva vivienda, que quedaron obstruidas algunas cañerías que desembocan en la calle, lo que hace que el agua corra por encima de la vereda y se estanque frente a otras casas. Ojalá se encuentre pronto una solución.
Hablando de agua, empiezan a sentirse los días de calor y el agua para beber se vuelve aún más necesaria. Y empiezan al mismo tiempo a acentuarse los reclamos desde aquellas zonas en que los vecinos carecen de un buen servicio.
Es así que una vez más hemos oído el planteo de gente de los barrios Uruguay, Nuevo Uruguay y otros de los alrededores, que insiste con que «no es de confiar la calidad del agua de la canilla, hasta el color y el olor es raro algunos días», nos dicen.
Por supuesto que está permanentemente también el reclamo de familias que viven en zonas donde directamente -pese a varias promesas- no cuentan todavía con agua potable. Uno de los casos más emblemáticos es el de unas treinta familias que residen en zona cercana al Hipódromo.