En la mañana de ayer, a primera hora, había cierta molestia entre quienes llegaban a la terminal de ómnibus para embarcar, o bajaban de un bus. El problema estaba en los estacionamientos. El del subsuelo, debido a la hora, no estaba habilitado salvo la parte tarifada. Pero el de arriba, tampoco estaba habilitado aparentemente por reformas. Había que estacionar un poco lejos. En fin, cosas que pasan y que seguramente sean por el bien de todos.
Lo que sigue preocupando en esa esquina, es el peligro que corren quienes están permanentemente cruzando de una vereda a otra: para limpiar parabrisas, para ofrecer algún artículo o simplemente para pedir una moneda. En el caso que sean menores de edad, o personas con claras discapacidades, ¿alguien debería tomar cartas en el asunto?
No muy lejos de allí está el barrio Talleres Norte, desde donde ayer se comunicaban vecinos. Nos planteaban que sería importante insistir con que “se abran las calles que dan hacia el sur, para no estar encerrados (por la vía)”. Cabe destacar que es un reclamo que viene de muchos años.
Hoy es el Día Internacional del Hombre, fecha cuyo origen data de 1992, aunque es evidente que la mayor “fama” la tomó mucho después. De lo que no hay dudas y es fácilmente comprobable, es que está lejos aún de tener la fuerza que tiene el Día Internacional de la Mujer, cada 8 de marzo.