La poda estaba en el frente de la casa del vecino del barrio Jardines desde hacía unos pocos días. Estaban en unas bolsas negras grandes de basura, y allí reposaban hasta que fueran levantadas como corresponde por el servicio que prestan las autoridades municipales en estos casos.
El hecho fue que cuando menos lo esperaba, el hombre siente un estruendo importante a las siete de la mañana de un día de semana, salta de la cama, ve que el sol ya está arriba, abre la ventana y ve como dos máquinas de la Intendencia estaban trabajando llevándose las bolsas que estaban repletas de ramas.
Se sintió conforme y habló enseguida con el resto de los vecinos que tuvieron la misma sorpresa y evaluaron el funcionamiento del servicio comunal como positivo, lo destacable es que se animaron a comunicarse con este diario, porque entendían que entre tantas pálidas que se le tira a la Intendencia, consideraron justo señalar lo que entienden que está bien.
En ese caso, el periodista de la Redacción les aclaró que no se trata de tirar pálidas, cada vez que se escribe una información de la Intendencia, sino de señalar lo que está mal para que eso pueda corregirse en provecho de la sociedad, porque si solo se dice lo que está bien, las cosas no van a poder mejorar.
