Comenzó la construcción de un amplio mercado comercial en la tradicional manzana donde se ubicaba la cancha del Club Chaná.
Para muchos, pasar por allí y no ver el mencionado centro deportivo que dio lugar a tantas contiendas futbolísticas de nuestra ciudad, será extraño y traerá nostalgia, por qué dudarlo. Ahora, también es cierto que, ver la expansión del progreso, el cual traerá aparejado fuentes de trabajo -primero en su construcción y, luego, en los puestos a cubrir en la atención a los clientes y todo lo que conlleva ese tipo de negocios-, es significativamente gratificante, más, cuando nuestro Departamento de Salto, enfrenta desde hace mucho tiempo un nivel de desempleo preocupante.
Una inversión de esa índole -que por lo general encierra críticas y oposiciones-, debe de ser bienvenida; lo que no quita -claro está-, que siempre debe apostarse, apuntalarse y promoverse la inversión local y “a los nuestros”, lo que no debe de transformarse, por otro lado, en algo excluyente, sino todo lo contrario, en una sana y complementaria competencia que beneficie a los involucrados y a los que se involucrarán en esa dinámica. Salto debe pregonar por avanzar conjuntamente con los suyos y con quienes deseen sumarse a la tarea. Salto, tiene que volver a ser ejemplo y atractivo para quienes deseen confiar en las capacidades de su gente.
