Muchas voces se alzaron ante el amojonamiento que se realizó en un predio ubicado frente a La Gaviota en el acceso sur de la ciudad.
En dicho lugar, antes del “cierre” efectuado, se estacionaban vehículos a modo de paseo, tanto los días de semana como, y principalmente, los fines de semana.
El lugar se había transformado en uno de los espacios abiertos preferidos por los salteños que, en las últimas horas, se han visto impedidos de utilizarlo de dicha forma.


Queda la duda de saberse si ese espacio específicamente es propiedad privada o pública. En caso de ser ésta última, debería de reverse la resolución, permitiéndose que se continúe usando el mismo como distracción de la ciudadanía, siendo que, nada malo había en ello. En caso contrario, que se trata de una propiedad privada, nada puede hacerse contra ello, ya que sus dueños tendrían todo el derecho a usarlo de la manera que deseen.
No es la primera vez que en la ciudad surgen esas confusiones, que se deben a que, no queda muy claro las reales posibilidades de usar tal o cual predio, de tal o cual manera. Sería mucho más fácil indicar desde un inicio si se puede o no, hacer usufructo como lugar de esparcimiento.
De todas maneras, no debe de ser algo al azar ni prohibido; el amojonamiento, comprende actos típicos de los que realiza un propietario, y, probablemente, es que el sitio sea de un particular que ejerce su derecho.