Al momento de escribir estas líneas, llueve sobre Salto. Como tantas veces estos días,
bajaron las temperaturas y parece que el otoño quiere afirmarse. Algo no menor: que se
vaya de una vez este veranillo y la humedad, es importante para que también se vayan los
mosquitos, entre ellos el tan temido Aedes Aegypti.
El domingo pasado llovió y pudimos luego conversar con una familia que estaba muy
preocupada, porque su trabajo en la feria de Plaza de Deportes es el único ingreso al hogar.
Son las cosas que a veces no se ven de cómo afecta determinado comportamiento del
tiempo. Además, “cuando se vino el agua, como a las 8 y algo, ya habíamos armado el
puesto -nos contaban- y tuvimos que salir disparando”. Veremos qué pasa hoy.
Ayer un lector nos preguntaba si faltaría mucho para que se terminara de reparar la calle en
la esquina de Osimani y Brasil. No tenemos la respuesta. Lo cierto es que hace un buen
tiempo que allí está muy reducido el espacio para circular. Hay que tener más cuidado que
nunca, máxime considerando el movimiento de escolares y liceales de ese lugar.
Cambiando de tema…Si bien hemos escuchado más de una campana, lo concreto es que
la problemática de los mensajeros al momento de levantar medicamentos en la farmacia del
Hospital sigue siendo un dolor de cabeza para muchos. Resumiendo: sigue sin dar el
tiempo para todos.
