Cuando uno va a recibir visita en su casa, se preocupa porque la casa esté limpia, prolija, bien vistosa en definitiva. Con una ciudad, cuando se aproxima una semana como esta que está terminando, en que se recibe a gente de distintos lados, pasa lo mismo.
Y entonces uno empieza a recibir, quizás más que en otros momentos del año, diversos comentarios: que se debería arreglar tal cosa, que tal lugar necesita limpieza, etc. etc. Ayer por ejemplo, nos llamaba una lectora de la zona de Uruguay e Ituzaingó, para decirnos que “este lugar es una entrada a la ciudad, los turistas que vienen del sur, apenas entran a la ciudad ya vienen preguntando cuál es la calle principal y entonces desde acá ya siguen hasta el centro por Uruguay”.
¿Y cuál es el problema allí?, le preguntábamos. Según ella varios, pero muy especialmente las altas malezas que dan muy mala imagen en todo el entorno de la vía férrea. Además nos hablaba que al estar Ituzaingó “medio en diagonal en esta cuadra”, afecta la visibilidad de quien transita por Uruguay, etc.
El Vertedero Municipal sigue dando mucho que hablar. Estos días recibimos más de un comentario de quienes afirman que habría un frigorífico “que entierra ahí las vísceras y huesos de los animales faenados”. Al parecer, no a la profundidad suficiente, lo que hace que el olor nauseabundo se sume a los ya habituales del lugar.
