Una persona que repasaba la crónica policial el lunes, comentaba que “le asustaba” lo
bravo que estaba tornándose Salto. Es que claro, leía el informe sobre varios problemas
familiares que requirieron intervención policial, siniestros de tránsito, reyertas con heridos de
arma blanca, hurtos varios…
“A mí me parece que eso lo veíamos solo en ciudades grandes, Montevideo, Buenos
Aires…”, nos decía esta persona. Es que hay que asumir que ya somos una ciudad grande,
¿verdad? Con todos los beneficios, pero también con todos los más negativos vicios que
ello implica.
En la noche del 31, ya alrededor de las 2 de la madrugada, fueron varias decenas de
jóvenes salteños que “cruzaron el charco” para divertirse en Concordia: en bares, pubs y
locales bailables en general. En estos casos, tanto de ida como de vuelta, ¿hay algún
control de espirometría?
Ayer se comunicó con nuestro diario un vecino de la zona de Santiago Artigas y Calle 4
(Salto Nuevo) para plantear que hay allí muchos autos abandonados, en desuso. Como
además es un lugar con escasa iluminación, esto “perjudica mucho para la visibilidad en el
tránsito”, nos decía. ¿Alguna solución?
Nuestros centros termales empezaron el año con una muy buena afluencia de público.
Quienes trabajan en este rubro están muy contentos, ojalá se mantenga el éxito.
