El viento fuerte, la lluvia, la caída de árboles…Todo eso es el tema que se impuso en la jornada de ayer. Y no es para menos. Hubo problemas con el tendido eléctrico, calles con tránsito cortado, alrededor de veinte árboles derribados, algunos techos que volaron y más daños.
Quizás lo más grave, aunque felizmente sin lesionados en un episodio que pudo haber sido fatal, fue lo que ocurrió en el barrio Andresito, donde cayó un árbol sobre una casa en la que dormían dos niñas. Las pequeñas pudieron ser retiradas a tiempo.
Quien viene desde Salto Nuevo hacia el centro, al cruzar el puente Sarandí, si mira a la derecha “puede encontrar lo que busque, desde ropa, animales, pedazos de lavarropas y cocinas…”. Más o menos con estas palabras nos explicaba ayer una lectora, lo que hay al lado del puente como basura acumulada (en su mayoría seguramente por arrastre del agua).
Hace mucho tiempo no escuchábamos la frase “No se ve ni lo que se conversa”. Fue lo que nos dijo un vecino de calle Raffo al 1400 (entre Maciel y Silvestre Blanco) que reclama por el alumbrado público que no funciona desde hace días. Igual reclamo recibimos ayer de la zona de Blandengues y Silvestre Blanco.
Los conductores (de motos y de otros vehículos) que andan a tan alta velocidad los días de lluvia, ¿serán conscientes de lo que aumenta el riesgo de siniestros con pavimento mojado? No parece.