En algunos momentos lluvia intensa, en otros garúa fina, pero mucho frío, y viento…Todo eso tuvimos ayer en una jornada totalmente gris. “Un día como para quedarse encerrado en casa al lado de la estufa”, nos decía una persona. Como para que lo sufran quienes sí o sí debían salir a cumplir sus compromisos, podríamos agregar.
Es que unos días de humedad y temperaturas más altas, quizás nos hicieron perder de vista que todavía quedan casi dos meses de invierno.
Y a propósito, ¿por qué en algunas zonas de la ciudad, cualquier viento o lluvia ya deja sin alumbrado en las calles? Es la pregunta que nos hacía un lector días pasados y tiene razón, de hecho lo hemos planteado en otras ocasiones; lo mismo pasa con algunos semáforos, que dejan de funcionar constantemente.
Ayer, por ejemplo, nos hablaban de problemas en el alumbrado en la zona de Cervantes y Morquio, en el entorno de la Virgen de Fátima e imagen del Padre Pío.
Hablando de calle Morquio, dos apuntes más. Uno, que en su primera cuadra (entre Uruguay y Artigas), vereda Este llegando a Artigas, hay artefactos eléctricos (cajas con fichas y cables) que no parecen estar en las mejores condiciones, parecen colgar muy débilmente de un cable. Podría resultar peligroso. Sería bueno que lo revisara UTE. El otro: en la esquina Sureste de Morquio y Artigas ¿habrá que resignarse a que nunca más se coloque el semáforo que falta?