Nos quedamos pensando en la frase que nos decía ayer a mediodía un lector. Frase que no por ser repetida deja de ser verdad: “Qué difícil es conformar a la gente, yo pienso que es imposible”, nos decía.
Nos hablaba puntualmente que durante la mañana se estaba procediendo a la limpieza de veredas (pasto entre las baldosas, etc.) y calle, en Artigas al 1500 y sobre todo en la esquina de Artigas y Las Piedras. El hombre vive en una de esas cuadras y nos contaba que escuchaba a los vecinos quejarse, primero porque se dedicaban mucho a limpiar la acera norte y poco a la sur, y después porque los trabajadores que barrían molestaban en el tránsito.
“Son los mismos vecinos que hace unos días reclamaban que fuera gente a hacer ese trabajo…No conformás nunca a nadie”, razonaba un tanto enojado. Y al fin de cuentas, tiene razón.
No solo por la maestra agredida hace unos días, sino por otras tantas situaciones que se viven a diario entre estudiantes, es altamente preocupante el nivel de violencia que se está dando en los centros educativos. Es lo que nos comentaba hace un par de días una docente de Secundaria y lo que puede percibir cualquier persona que pase a la hora de la salida. Suele haber cada vez más seguido un clima “enrarecido, tenso”, comentaba esta profesora, como si la violencia estuviera siempre agazapada. Lamentablemente es así.
