Se acerca poco a poco la época de frío, la época de encender las estufas, y el negocio de la venta de leña se hace fuerte. Ayer hablamos con un vendedor que nos decía que desde hace un mes más o menos, ya se viene aprovisionando, pero también nos comentaba que muchos de sus colegas ya han comenzado, disimuladamente, a abusar de espacios que son públicos, ¿se entiende? Y lo hacen incluso en lugares que no están para nada lejos de la ciudad, como las costaneras o algún parque mismo.
Es un problema que se repite año a año, y que requiere de un control eficiente. Si no, después nos quejamos de la deforestación, la falta de sombra, etc, etc, y todas sus consecuencias.
Hace un par de días una lectora nos llamaba para transmitirnos esta queja: “en mi cuadra (muy cerca del centro) está apareciendo la moda de los monopatines que no sé si son eléctricos o a batería…pero me preocupa es que andan arriba de la vereda, un peligro para los que andamos a pie, ¡y ni le cuento si alguien sale de golpe de una casa, el que maneja no tiene tiempo de frenar, porque mire que andan rápido y a veces contra la pared! Alguien tiene que reglamentar esto”.
Un nuevo turismo y otra vez la polémica instalada: ¿seguir permitiendo las jineteadas como diversión que apunta a rescatar tradiciones, o prohibirlas porque implican maltrato animal? La discusión anda en la vuelta…