El tema de la pirotecnia dio mucho que hablar luego de la Navidad. Hay que recordar que este es el segundo año consecutivo en que la pirotecnia sonora, si supera determinado nivel de decibeles, está prohibida. En general se coincide en que respecto al año pasado, y ni que hablar a los anteriores, ha disminuido su uso. Pero hay quiene se mostraron molestos porque entienden que no hubo suficiente control.
Claro, también vale reconocer lo que nos decía un lector ayer: «Para mí es imposible controlar esto en toda la ciudad, ¿qué despliegue de gente habría que tener?… y que además esa gente pueda controlar decibeles…imposible». No queda otra: todo pasa por la conciencia de cada uno.
Otra vez hay problemas con el alumbrado público en diferentes lugares de la ciudad. A modo de ejemplo: todo el entorno de Rivera y Forteza. Y ya en el centro: cuadras del 800, 900 y 1000 de calle Artigas.
Hablando de alumbrado público, en el Cerro, puntualmente en la esquina de Chiazzaro y Silvestre Blanco, ocurre algo curioso y lamentable. Incluso los vecinos suelen enviarnos fotos. Ocurre que se repara el foco (que pende de un cable de una acera a la otra) e inmediatamente hay «barras» de jóvenes que vuelven a romperlo a pedradas. Cuesta creer, pero es así. Por supuesto que las denuncias policiales ya han sido hechas más de una vez.
