Quienes piensen en el boxeo de Salto de hace unas décadas atrás, se acordarán de “Castora”, un conocido boxeador de nuestro medio que llegó a ser campeón nacional. Su apellido es Álvez, y desde hace un tiempo no viene pasando nada bien. Vive en una casa muy precaria por calle Agraciada al 200, casi Chiazzaro, en la que incluso carece de agua y energía eléctrica.
Hay varios vecinos que vienen solicitando la colaboración de los salteños para él. Coinciden en que es “un buen vecino, siempre muy amable con todos”, y que toda ayuda es bienvenida.
El tránsito es de los temas de los que más comentarios recibimos a diario de nuestros lectores. Ayer, una persona nos transmitía textualmente: “en Avda. Batlle rumbo al Obelisco, quitaron el radar de (medir) velocidad y colocaron reductores tipo lomadas. En la ruta rumbo a Salto Grande pusieron radar, ¿no era más económico haber puesto reductores? ¿Será porque con el radar se recauda y con las lomas no? Pero se evitan costos de instalación, tecnología, etc.”.
Además, agregaba esta lectora, “vamos manejando y nos podemos olvidar del radar por lo cual se puede provocar siniestros; sin embargo, por más que vayamos distraídos, si tenemos delante una lomada, nos obliga a reducir la velocidad, lo que quiere decir que es más efectivo si el fin es evitar siniestros”. Como decimos siempre: los especialistas tendrán sus razones y explicaciones.