En zona del Parque Solari, Charrúa entre Blanes y 1° de Mayo, hay un gran terreno, de una manzana más o menos. Una persona recibió alguna vez, para construir su casa allí, materiales de parte de la Intendencia. Pero vendió prácticamente todo y se quedó con una modesta vivienda rodeada, reiteramos, de un enorme terreno.
¿Cuál es el problema? Que la persona se dedica a juntar cosas de la calle, todo lo que encuentre, e ir depositándolo junto a su vivienda. Ahora es poco menos que un basural de grandes dimensiones, con todos los perjuicios que conlleva: ratas, víboras y otros animales, olores desagradables, etc.
Los vecinos dijeron a este diario que la Intendencia va, junta la basura, pero inmediatamente se llena otra vez. ¿Qué se puede hacer?, nos dicen. Ante el asombro de los periodistas de EL PUEBLO con el relato, la vecina que se comunicó nos decía: “Vengan, vengan hasta acá y comprueben ustedes mismos lo que les contamos”.
A las dificultades de movilidad –por problemas de salud- que tiene el señor que vive en Avda. Concordia al 300 (a pocos metros de Oribe), se le suma que “la Intendencia nos dejó sin salida”, nos decía. En algún arreglo que se hizo en la calle, las máquinas rompieron caños de ingreso a la casa y nunca más repararon. Cuando una ambulancia va a buscarlo, él debe caminar varios metros ya que el vehículo no puede acceder hasta la casa. Lamentable.