“Lo malo que estamos haciendo es que dejamos de cuidarnos del Coronavirus como al
principio, ¿no les parece? Yo creo que cuanto más lo conocemos a este virus, menos nos
cuidamos, y eso está mal, por eso no salimos nunca”, esto le decía ayer una señora a un grupo
de adolescentes que viajaban en ómnibus, al tiempo que los increpaba porque algunos usaban
el tapaboca casi que de pañuelo en el cuello.
Lo bueno es que los jóvenes la escuchaban atentamente; “tiene razón”, le dijo uno de ellos, y
enseguida se acomodaron los barbijos.
Hablando de tapabocas, así como en algunos lugares es cierto que se nota descuido, en otros
las exigencias parecen haberse ajustado más. Es el caso de un almacén de calle Brasil, que
antes indicaba en un pizarrón del frente: Usar tapaboca; y ahora dice: Usamos tapaboca
descartable o lavable, no otros.
Hace algunos días hacíamos mención a un animal muerto, dentro de una bolsa de nailon, en la
esquina de Bortagaray casi Uruguay. Pues bien, ya pasó casi una semana –fue el jueves
pasado- desde que alguien lo dejó allí, y allí está todavía. Algunos de estos días fueron de
intenso calor y humedad; el olor nauseabundo ya está alcanzando varios metros a la redonda.
El servicio de Recolección solo levanta lo que está en el container… ¿A quién corresponde
hacerse cargo?
