“No hay ni un mosquito, ni un tábano, y eso que estamos casi al lado del monte, eso hay que destacarlo, porque se ve que se está fumigando bien”, tal lo que nos decía ayer un asiduo lector de nuestro diario, que está pasando unos días en Termas del Arapey.
Claro que críticas también planteó, y no solo por el camino de acceso (“una cosa es decir y otra venir y ver el desastre que es esto y cómo rompe autos”); comentaba también de cierta descoordinación, a su entender, en los días de limpieza de las piscinas, “hay momentos como ahora (mediodía de ayer) que está todo el mundo en una sola piscina”, decía. El planteo apuntaba en especial a llamar la atención por la higiene y los protocolo de los que tanto se habla.
Gente de la zona de Tropiezo se comunicaban días pasados con nuestra Redacción para comentar, con mucha rabia, que se está volviendo habitual que lleguen hasta allí camionetas y hasta camiones a tirar basura “en el primer descampado que encuentren a mano”, nos decían. Al parecer ya se han tomado fotos y hasta se grabó algún video, pero después nada ocurre y el problema sigue.
Claro que no precisa salir de la ciudad para observar este tipo de actitudes. Pasa también en plena Avda. Oribe entre los barrios Artigas y Uruguay, en las costaneras, en algunas partes del Parque Harriague, en la desembocadura del arroyo San Antonio, por mencionar solo algunos lugares.
