El Covid no se fue, sin embargo a ciertas medidas ya mucha gente le resta importancia. Un ejemplo: en un momento de la tarde del lunes, había 42 personas amontonadas, formando fila (un “caracol”) en el reducido espacio donde están los cajeros del Banco República en el Shopping.
“Hasta hace poco las filas se hacían afuera, ya no nos estamos cuidando”, comentaba un señor, que agregó: “por las dudas ni me bajo el tapaboca”. Pero otras personas ni siquiera lo tenían.
Varios carteles siguen colocados en las balconadas sobre calle Uruguay: de partidos políticos, de elecciones del Codicen, de las del BPS, sobre la LUC, etc. La verdad, no contribuyen demasiado a la estética urbana del microcentro.
Entre estos, vimos una curiosidad en Uruguay y Asencio. Dos carteles juntos, con posturas opuestas sobre un mismo tema. Uno, colocado por algunos empleados de una empresa, denuncia que esta incumple con el pago de haberes; el otro, colocado evidentemente por otros empleados (unos “100” dice el letrero) desmiente esa versión.
No es nuevo el problema de los obstáculos en las veredas. Pero volvemos sobre el tema cada vez que la realidad demuestra que no se está actuando bien. Ayer en la mañana, una persona no vidente dio de lleno contra una moto (verde y blanca) que estaba estacionada sobre la acera en Uruguay al 1400. Cosas que no deberían pasar.