Apuntábamos ayer, que al comenzar los primeros fríos empiezan a hacerse más visibles algunas situaciones desgraciadas que muestra la ciudad, como gente que duerme en veredas, a veces solo cubierta por cartones.
Justamente en la mañana de ayer, una persona de avanzada edad dormía en la vereda de una iglesia ubicada en calle Blanes. Pasaba por allí mucha gente, por ser día de feria dominical y lugar cercano a ella. Pero la persona no reaccionaba, solo se levantó pasado el mediodía. «Y estas cosas las vemos todos los días», comentaba un vecino. Lamentable.
Hoy retoman las clases presenciales algunos alumnos de escuelas y sus maestros. Muy pocos, en realidad, porque como se sabe, se irá recomenzando por etapas en un proceso de varios días. Pero lo que se espera es que todo transcurra con normalidad, y que no haya que detener ese proceso.
Si hiciéramos espacio para todos los reclamos que llegan de los lectores en cuanto a reuniones y fiestas que siguen realizándose más o menos a escondidas en los lugares más diversos de la ciudad y del departamento todo, no alcanzarían las páginas del diario. A propósito, es bueno decir que los responsables de un centro religioso en zona de Plaza de Deportes, se comunicaron con este diario para aclarar que mantienen cerrado y sin actividades el lugar. Esto, porque trascendió estos días que allí habría aglomeraciones.