Fue el de ayer un Viernes Santo que en la tarde mostró una ciudad casi desierta. En cambio de mañana, fueron muchos los comercios que trabajaron normalmente. «Cerrar, sería casi un lujo que no podemos darnos en este momento», comentaba el dueño de una despensa, con lo que dejaba en claro que la situación económica no es la mejor.
El Parque Solari fue uno de los lugares más elegidos por los salteños para pasear en esta semana de Turismo que va quedando atrás. Es un lugar del que se escuchan prácticamente a diario muchos comentarios, sobre todo quejas por la falta de limpieza o, contrariamente, alabanzas a los trabajos de acondicionamiento que de vez en cuando se hacen.
Pues bien, periodistas de este diario quisieron comprobar con sus propios ojos cuál es la situación actual, y la imagen que se trajeron no fue la mejor. Apenas se ingresa por la puerta principal, el mal olor que proviene del lago (en alguna época de los principales atractivos del lugar) es verdaderamente insoportable.
Pero además, es casi inevitable acercarse a la Glorieta, otro sitio bellísimo y siempre atractivo. Y lamentablemente lo que pudo comprobarse esta semana es que parecía que recién hubiese terminado a su alrededor una fiesta: el suelo regado botellas y cajas de vino, botellas de refrescos de todo tipo y tamaño, servilletas, bandejas, etc. ¡Una pena!
