Finalmente llegó la lluvia tan esperada. Después de jornadas agobiantes que constituyeron una verdadera ola de calor, ayer la lluvia se hizo sentir y el alivio fue muy bienvenido.
Hay comercios que tienen termómetros digitales de grandes dimensiones colocados en su exterior. Uno de ellos, ubicado en calle Brasil, en pleno centro, hace dos tardes atrás marcó más de 46 grados. Claro que algunos de estos aparatos en años anteriores, hubo días que llegaron a marcar 50, 51 y 52 grados. Sucede que están a la intemperie, rodeados de hormigón y recibiendo el sol sin nada que se interponga. Igualmente, de los termómetros que en muchos hogares hay dentro de la casa, ninguno marcó menos de 40 grados.
A nivel popular, a veces surgen casi espontáneamente algunas ideas que, gracias a la difusión que dan las redes sociales, llegan realmente a «prender» en la gente. ¿Pasará lo mismo con esta idea?: «Cuando comas frutas, no tires las semillas, déjalas secar y guárdalas en bolsitas, cuando salgas a la ruta las dispersas por lugares donde no haya muchos árboles. En otros países resultó, y hoy tienen árboles frutales por todos lados. ¿Quién se suma?».
A esta propuesta la hemos visto ya reiteradas veces en los últimos días, y han sido varios los salteños que han comentado, con mucho entusiasmo: «Yo me sumo». La idea es buena, habrá que ver si llega a buen puerto.
