Jornadas de mucho calor han sido estas últimas de la semana, que junto al movimiento bastante intenso que está teniendo el centro de la ciudad, sobre todo por lo que significa para la actividad comercial el pago de aguinaldos en distintos sectores, hacen que por momentos, como decía en la tarde de ayer una señora: «se hace insoportable caminar por este hormigón hirviendo, y eso que ni siquiera entramos todavía en el verano».
A propósito de calor y tiempo, el dato de que no se esperan lluvias para las noches del 24 y el 31 alegró a muchos que piensan esperar Navidad y Año Nuevo al aire libre.
En los dos locales del Banco República, centro y Salto Shopping, se ha visto en las últimas jornadas larguísimas colas de jubilados que esperan para obtener el préstamo habitual de cada fin de año.
Lo preocupante, además de la aglomeración que se forma, y con la población de mayor riesgo dada su edad, es la exposición al sol y de pie durante tanto rato.
Hemos visto que hay quienes toman los recaudos y llevan una silla plegable y una botella con agua fría. Pero también ha habido casos de personas que se han descompuesto y debieron ser atendidas por un médico.
¿No habrá una solución para agilizar estos trámites? De hecho se ha intentado que algunas gestiones virtuales facilitan esto, pero lo cierto es que pasan los años y cada diciembre la historia se repite.
