Así como estos días nos hemos referido a las complicaciones que se dan en algunas calles de la ciudad cuando llueve mucho, como está pasando en las últimas horas, es bueno también no olvidar la problemática de la gente del interior del departamento.
Entre sábado y domingo han sido varias las personas que se comunicaron con nuestra Redacción, desde distintas localidades, para plantear el problema de las enchorradas, así como de vehículos empantanados en algunas calles dentro de los pueblos.
Pero el principal problema es en la caminería rural, donde hay varios lugares, por ejemplo en zonas cercanas a Cerros de Vera y El Tapado, que «después de una lluvia fuerte se hacen totalmente intransitables los caminos», nos dicen.
A propósito del interior, otro tema que ha surgido en el comentario popular estos días, es el de lo elevado de los precios en productos que se llevan de la ciudad para revender en los diferentes pueblos y parajes.
Pan dulce, budín inglés, refrescos, sidra, así como pinos y adornos de navidad, entre otras tantas cosas, «está bien que nos cobren un poco más que ahí, por el traslado que tienen que hacer, pero llegar a querer cobrarnos el doble y hasta el triple como está pasando es un disparate», nos decía ayer una señora que reside cerca de Puntas de Valentín. ¿Alguien debería controlar esta situación? ¿Quién se encarga?
