A la salida del Puente de Baja Creciente, en la intersección de la Costanera Eduardo Malaquina y calle Artigas, se encuentra el monumento que homenajea al coterráneo Irineo Leguizamo, (Arerunguá, Salto, Uruguay, 20 de octubre de 1903 – Buenos Aires, 2 de diciembre de 1985); jockey conocido como El Pulpo, El Eximio o El Maestro, quien compitió durante más de 57 años en hipódromos de Uruguay y Argentina, siendo considerado el jinete más importante de la hípica rioplatense del siglo xx.
Como es normal, lamentablemente, en Salto, dicho lugar se encuentra en la lista de los olvidados y/o mal mantenidos recordatorios de nuestros ilustres ciudadanos que marcaron época y fueron trascendentes en sus áreas, para desgracia de una cultura que, al no ser orientada por los que deben hacerlo, desprecia de esa manera a los que deberían de reverenciar. Sin luz, con césped crecido, a veces pintado por graffitis, constituye -como en otros casos-, una verdadera falta de respeto, no sirviendo como excusa, excusa alguna.