La ciudad se encuentra más tranquila, pues ya se nota que muchos coterráneos han salido de veraneo.
La locura vehícular merma, y da un poco de respiro, principalmente, para quienes transitan por el centro de la ciudad, que de igual manera, se ve complicado en el siempre presente dilema del estacionamiento.
No se puede negar que la establecida Zona Azul, no haya sido una solución momentánea para la gran situación: el tránsito y lugares de aparcamiento en la zona 0 de la ciudad. Pero, lamentablemente, no ha sido suficiente.
Año tras año, gobierno tras gobierno, la problemática sale a relucir, pero, queda en maquillaje y no, en potable resolución.
Sabemos que no es fácil; centros educativos y de salud se encuentran mayoritariamente en el área, sumado a las oficinas estatales y bancarias, lo que transforma al lugar en un epicentro de concurrencia que, desde las 8.00 de la mañana hasta las 19.00 hrs aproximadamente, es un río de gente y vehículos imposible de minimizar.
El pienso es harto necesario en el tema, y debe provenir, sin lugar a dudas, de parte de los gobernantes. Salto, debe tener una solución del asunto, porque alguna, debe de haber.
