«Cuando se inició el ciclo de esta selección. Junior Aliberti me invitó a sumarme al Cuerpo Técnico, sin especificar mucho con respecto a la función. Estar como me gusta estar y siendo uno más. Finalmente no se dio. Hace unos días fui a saludar y el mismo Junior me repitió aquellas palabras: «cuando quieras vení por aquí».
Entonces, cuando puedo voy y trato de estar, sobre todo desde el ánimo, desde el aliento que puedo transmitir y si tengo que tirar una palabra que ayude, lo puedo hacer. Me verán antes o después de los partidos, pero con ese afán de sumar. Esa es la palabra.
La verdad es una: no dejo de defender la causa de la selección, por una simple razón: es la que representa al fútbol salteño. Haber alcanzado los Campeonatos del Interior que alcanzamos es un orgullo para siempre y el cabezazo de gol en la final en el 2020, sobre el arco de la calle Agraciada, tampoco me olvido. Esos recuerdos van y vienen. A uno le hace bien y esa camiseta de la selección….¡ni hablar!»
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Cuando terminó el partido de Salto frente a Paysandú en el clásico del 1 a 0 en el Dickinson, el «Pato» fue uno más para el reconocimiento a cada jugador y a los integrantes del Cuerpo Técnico. En ese ámbito, la adhesión no falta hacia él.
Se lo quiere, sin giros ni poses: casi desde la naturalidad misma.
El «Pato» como uno más. Y es uno más….
